Retos y medidas para dar respuesta a la crisis ecológica, social y económica
· Ecologistas en Acción ha presentado 'Caminar sobre el abismo de los límites', un informe sobre los retos a los que nos enfrentamos como sociedad ante un escenario cercano de reducción de recursos energéticos.
· El informe plantea medidas y estrategias políticas, sociales y económicas que se pueden desarrollar en este contexto.
Con motivo de la vigésimo tercera conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP23) que está teniendo lugar estos días en la ciudad alemana de Bonn, Ecologistas en Acción ha presentado el informe ‘Caminar sobre el abismo de los límites. Políticas ante la crisis ecológica, social y económica’.
El informe está dirigido a agentes políticos, organizaciones sociales y ciudadanía con el objetivo de que sean parte activa en la construcción de nuevos paradigmas. Sus páginas ofrecen un diagnóstico cuyo calado y profundidad real no son lo suficientemente conocidos, así como una batería de acciones a desarrollar para responder a los principales retos que nos enfrentamos.
Según Ecologistas en Acción vivimos un momento crucial de cambio civilizatorio. Los retos y oportunidades que se nos plantean nos obligan a elaborar estrategias que atiendan a los datos que la comunidad científica y los organismos internacionales están revelando que ponen en peligro la sostenibilidad de la vida tal y como la conocemos hoy.
‘Caminar sobre el abismo de los ĺímites’ es un informe que apela a la acción. Cecilia Fernández, portavoz de Ecologistas en Acción, enfatiza: «No podemos seguir impasibles al cambio climático, al agotamiento de los recursos fósiles, materiales, agua y suelo o la pérdida de la biodiversidad sin admitir que estas cuestiones están comprometiendo la posibilidad de un vida digna para la inmensa mayoría de la población presente y futura».
Ecologistas en Acción afirma en este informe que si no nos se cuestionan las consecuencias del actual sistema de producción y consumo la crisis sistémica en la que nos encontramos nos precipitará hacia escenarios de desigualdad e injusticia ecosocial cada vez mayores.
Una de las primeras situaciones a las que hacer frente está en la inminente superación de los picos de extracción de todos los líquidos combustibles, de gas y carbón. Este hecho empuja a las sociedades, irremediablemente, a realizar una transición hacia un modelo energético basado en las renovables, asumiendo las propias limitaciones de las mismas en cuanto a potencia y versatilidad se refiere.
Por otro lado, se necesita estabilizar la concentración de CO2 atmosférico y frenar los peores escenarios del cambio climático cuyas consecuencias son preocupantes: situaciones de escasez alimentaria y agua, pérdida de biodiversidad, fenómenos meteorológicos extremos, desarrollo de plagas y enfermedades, desplazamientos humanos en masa, etc.
Resulta urgente asimismo frenar la pérdida de biodiversidad que está acarreando la gran sexta extinción y que amenaza gravemente el equilibrio de inter y ecodependiencia que sustenta la vida humana. Por último, el informe señala el sobrepaso de límites de materiales no energéticos y recursos esenciales como el suelo y el agua, que requiere de la apuesta por la reducción del consumo y el reparto justo y equitativo de dichos recursos.
Dentro de este contexto, la organización ecologista propone acciones que ofrecen la oportunidad de transitar a un nuevo orden social que dé respuesta de forma global a los desafíos que se nos plantean, preservando al mismo tiempo el equilibrio con la naturaleza y una vida digna para las mayorías sociales.
Estas acciones requieren, en definitiva, una ruptura con la lógica del capitalismo y el paradigma cultural de la modernidad, que siguen perpetuando la idea de que es posible un crecimiento ilimitado gracias al aumento de la eficiencia y a la innovación tecnológica.
Para ello, la segunda parte de ‘Caminar sobre los límites del abismo’ profundiza en estos grandes retos y en las medidas que se precisan articular en lo económico, en lo social y en lo ecológico. Son medidas que rompen con el paradigma del progreso continuo gracias a la innovación tecnológica, y que se sirven de de todas aquellas estrategias colectivas, comunitarias y cooperativas que garanticen formas de vida más sustentables y acordes a la naturaleza humana de interdependencia.
Algunas de estas propuestas se encuentran en la apuesta por la soberanía alimentaria, la agricultura ecológica, la transformación de la movilidad y el transporte y la mejora en los procesos de gestión de residuos. También en el fomento de sistemas económicos de base solidaria, feminista y ecológica, la creación de modelos de Estado y sociedad con fuertes valores emancipadores, comunitarios y ecosociales en creciente regionalización y en los planes de conservación de los conocimientos que sean más útiles para las sociedades post petróleo hacia las que nos dirigimos.
Como cierre, la tercera y última parte del informe concreta en una serie de propuestas para la acción encaminadas a generar políticas para la sostenibilidad ambiental y la justicia social atendiendo a un objetivo estratégico principal y clasificadas por sectores: recursos, cambio climático, biodiversidad, economía, transporte y urbanismo, alimentación y salud, paradigma cultural y educación.