La manifestación en Carabanchel en defensa de la Sanidad Pública acabará en la plaza de Oporto
- Tras un pequeño paréntesis -el pasado jueves caía en festivo- vuelven las movilizaciones en defensa de la Atención Primaria y de su base, los centros de salud. La protesta se inicia ante el centro de salud Abrantes cuya situación especialmente sangrante -tiene ahora menos del 60% de médicas/os de familia que hace tres años-, simboliza el efecto de los recortes en la sanidad madrileña.
- Jueves 16 de noviembre de 2023 a las 18:30h, manifestación ante el Centro de Salud Abrantes (Carabanchel). Desde Avenida de Abrantes 55 a plaza de Oporto.
El pasado jueves, festivo, hicimos una pausa en las movilizaciones semanales que desde hace ya tres años y dos meses, vecinos y vecinas del barrio de Abrantes protagonizan cada semana en defensa de su centro de salud y de la sanidad pública. El jueves anterior, el mal tiempo nos había llevado a hacer concentración pero a posponer la manifestación (buena parte de las personas que participan en estas movilizaciones son de avanzada edad y/o padecen una enfermedad crónica). Esperamos que el 16 de noviembre la climatología nos facilite volver a expresar por la calles de Carabanchel nuestra defensa del derecho a la salud.
El pasado 31 de octubre el gobierno de Ayuso presentaba su proyecto de presupuestos para 2024 anunciado que contarían con un “récord histórico en Sanidad (+16,3%)”. Ese día sacaba pecho por lo que se supone un incremento “histórico” en gasto sanitario, que superaría por primera vez la barrera de los 10.000 millones de euros, con un montante de 10.157 millones tal y como se refleja en el proyecto de presupuestos. Sin embargo, y según lo que aparece en la memoria de gasto del Servicio Madrileño de Salud, el gasto sanitario final de 2022 ascendió a 11.293 millones de euros, (se habían presupuestado 8.542,1 millones de euros). Es decir que la administración madrileña ha presupuestado menos dinero que lo gastado en el ejercicio anterior (no hay datos totales de 2023 todavía inconcluso) lo que evidencia su insuficiencia y que serán incapaces de atender las necesidades sanitarias de la región.
Muestra de esta insuficiencia es que Madrid, pese al aumento anunciado, sigue estando a la cola en gasto sanitario. La Comunidad pasa de 1.446 euros por habitante a 1.467,50, es decir, 21,37 euros por habitante más que en 2023 (el presupuesto de 2022 fue replicado en este año ante la imposibilidad del anterior gobierno de Ayuso de aprobar uno en 2023). Lejos queda aún de la media de las Comunidades Autónomas que es 1.808,50 euros, según los datos recogidos por la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), entidad que apunta que de mantenerse los mismos presupuestos en las demás comunidades, los datos la sitúan la segunda a la cola, solo superando a Catalunya,
Ante esta previsible nueva falta de recursos de la sanidad pública madrileña, hacemos un llamamiento a seguir organizándonos por toda la región y plantar cara a quienes destruyen una conquista social histórica como es la sanidad pública gratuita universal y de calidad.
Hay que recordar que hace unas semanas, varios vecinos mantuvimos una breve reunión con la directora del Centro de Salud Abrantes. La responsable explicó resignada que no hay médicos ni médicas de familia, que actualmente solo hay en el turno de mañana entre 3 y 6 facultativos, mientras que por la tarde ya no hay ninguna atención que no sea pediatría, enfermería y algunos días un médico de urgencia (que no atiende consultas). En cuanto al número de médicos de familia puede variar cada día, dependiendo de si hay alguno o alguna de baja o si no tienen la suerte de contar con algún refuerzo venido de otro centro. “El centro va sobreviviendo” resumió. Un centro de salud que atiende a un área de 30.000 personas.
La directora, que lleva ya varios años al frente del CS Abrantes, hizo extensiva esta situación de precariedad y falta de recursos al conjunto de centros de salud de “fuera de la M-30. Puede que en alguno la situación sea circunstancialmente mejor, pero es temporal. Todos están en una situación bastante similar”. Pero esta falta de recursos cambia en los ambulatorios que están dentro de la M-30 un contraste que resumió con cierta amargura: “Me siento como una médico de segunda categoría, en un centro de salud de segunda categoría que atiende a vecinos y vecinas de segunda categoría”.
Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!
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