Las cinco organizaciones ambientales se reúnen con la vicepresidenta Teresa Ribera 

Las organizaciones ecologistas se reunirán hoy viernes 16 de febrero con la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, para trasladarle su preocupación por los ataques a las políticas ambientales. Resaltan que se está intentando contraponer la sostenibilidad a la agricultura cuando realmente están directamente relacionadas, ya que si no hay ecosistemas sanos no hay agricultura.

Estos retrocesos se producen en plena crisis climática y ecológica, justo cuando se acaba de vivir el año más cálido de la historia y donde un país mediterráneo como España se encuentra en el epicentro del impacto del cambio climático, como demuestra la sequía que está afectando severamente a buena parte del país.

Para las organizaciones ecologistas la única salida a esta doble crisis es profundizar en las políticas de lucha contra el cambio climático y de protección y restauración de la naturaleza, para aumentar la resiliencia en sectores estratégicos como la agricultura.

Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y WWF también expresarán su preocupación por el creciente negacionismo climático mostrado por determinadas fuerzas políticas y sectores económicos, que consideran las políticas ambientales como una amenaza y reclaman su paralización o incluso desmantelamiento.

Las organizaciones pedirán al Gobierno de Pedro Sánchez que impulse a nivel nacional e internacional una transición ecológica que alcance a todos los sectores y que sea justa para garantizar que nadie se quede atrás. En este sentido, pedirán coherencia al Gobierno en el desarrollo y aplicación de sus diferentes políticas sectoriales como agricultura, ganadería, infraestructuras o movilidad.

Finalmente, repasarán con la vicepresidenta las principales prioridades políticas de esta legislatura relacionadas con el medio ambiente, con especial énfasis en el impulso del cambio de modelo energético 100 x 100 renovable, democrático y sostenible; un giro en el modelo de gestión de agua para adecuar la demanda a la capacidad real de los ecosistemas y para hacer frente a la escasez; la puesta en marcha de medidas de desarrollo rural para hacer frente al reto demográfico; o acciones a gran escala para la conservación y restauración de ecosistemas y de recuperación de especies amenazadas.