Aita Mari rescata a otras 40 personas procedentes de Libia, Sudan, Siria y Egipto
Tercer rescate consecutivo. Se recogen hombres, mujeres y niños de corta edad.
Aita Mari navegaba rumbo a Lampedusa después de haber informado a las autoridades de la necesidad de asistencia médica para el menor de 15 años rescatado ayer. Su estado de salud era delicado y el personal sanitario a bordo había conseguido estabilizarlo gracias al apoyo del SEA EYE 4.
En el trayecto rumbo al puerto más cercano seguro (Lampedusa), se ha recibido un nuevo aviso sobre la media noche. En esta ocasión, un barco de madera azul a la deriva con 40 personas a bordo que llevaban más de 24h tratando de huir de Libia. La tripulación del Aita Mari ha activado el operativo de rescate nuevamente y las ha transferido a bordo.
Entre ellas, hay 27 adultos, 1 menor, 6 mujeres y 6 niños de entre 8 meses y 4 años. Son procedentes de Libia mayoritariamente, Sudan, Siria y Egipto. Todas han dado test Covid negativos. El estado de salud de tod@s ell@s es aceptable, con claros signos de frío, fatiga y miedo.
?‼️Nuevo rescate esta medianoche: una barca que llevaba 24 horas a la deriva con 40 personas, a quienes avistamos por la luz de un móvil y los lloros de los 6 niños y niñas en medio de la oscuridad.
En su mayoría libios y de Sudán, Siria y Egipto.
? @Asiersangar #AitamariEITB pic.twitter.com/sNNWGs5XjP— maydayterraneo (@maydayterraneo) June 16, 2022
A primera hora de la mañana, la tripulación les ha proporcionado atención y alimentos. A bordo, ya son 68 las personas rescatadas por Aita Mari en tres rescates sucesivos. Por el momento, permanecemos a la espera ante la ausencia de respuesta a la solicitud de desembarco en Lampedusa.
En estos momentos, el menor de 15 años se encuentra estable, en una evolución favorable sin necesidad de oxígeno.
Estas situaciones de riesgo se producen cada día debido a la ausencia de corredores humanitarios que permitan un flujo natural de migración sin necesidad de poner las vidas en riesgo. Reiteramos y reivindicamos a los gobiernos de la UE, que la financiación para frenar el flujo de migrantes no es una solución ética, moral, viable ni garantiza los Derechos Humanos.