Un estudio de Greenpeace revela que los comedores escolares sirven demasiada carne, con consecuencias negativas para la salud y el clima

Los niños y niñas españoles comen demasiada carne. Es una de las conclusiones que arroja una investigación que Greenpeace ha realizado a partir del análisis de 55 menús en centros de infantil y primaria de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Soria, y este elevado consumo de carne tiene consecuencias tanto para la salud como para el medioambiente.

En la víspera de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre, Greenpeace recuerda que según la Guía de Comedores Escolares del Ministerio de Sanidad y del Ministerio de Educación, la población infantil debería consumir entre tres y cuatro raciones (de 150 a 340 gramos) de carne a la semana, una o dos de ellas en el colegio, sin embargo, los menús analizados ofrecían de media carne, huevos o pescado (proteína animal) en el 96% de los segundos platos (50% de ellos carne).

Por ciudades, Madrid es donde se ofrece menos proteína animal de media y además es donde más centros han incluido la medida explícita de “día sin proteína animal” para reducir su consumo.

Zaragoza es la ciudad más “carnívora”, ya que es donde de media se ofrecen más segundos platos con carne. En Valencia donde menos carne se ofrece en los segundos platos, aunque se compensa porque es donde más se ofrece en los primeros platos y Barcelona es la única ciudad donde en algunos casos ya se ofrece un menú vegetariano alternativo.

“Los niños y niñas comen demasiada carne en los comedores escolares y eso no es bueno para su salud ni para la del planeta”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España. “Las Administraciones deben garantizar que al menos se cumplan las recomendaciones establecidas, un máximo de dos raciones de carne a la semana, y las familias exigirlo. Necesitamos una auténtica revolución alimentaria para garantizar nuestra propia supervivencia y la de las generaciones futuras y está en nuestro plato hacerla”.

La producción de carne, motor del cambio climático
Más del 80% de la ganadería en España es industrial y está contribuyendo al contexto de emergencia climática en la que nos encontramos. Cerca del 80% de la superficie agrícola mundial se dedica a producir alimentos para animales en vez de para personas, para lo que se queman enormes extensiones de bosques como se ha podido ver este mismo verano en la Amazonía. El sector agroalimentario en su conjunto es responsable de un 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y la ganadería de 14,5%.y también la ciudad con mayor proporción de media de platos sin carne, pescado o huevo,

“Los alimentos ecológicos siguen brillando por su ausencia en los menús escolares y más aún la carne y otros derivados, que solo se han encontrado en un menú de los 55 analizados”, ha añadido Ferreirim. “Desde Greenpeace pedimos que se aplique ya el nuevo Plan de Contratación Pública Ecológica y se dé un vuelco a esta situación”, concluye.

Presentación informe
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra mañana, Greenpeace y la FAPA (Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos) ha reunido a expertos/as de distintos ámbitos (salud, educación, producción ecológica, proveedores de comedores… etc) para analizar la situación de los comedores escolares en el vídeo ¿Qué hay de comer hoy?.

El vídeo y los resultados de la investigación se presentarán mañana en el marco de una tarde de actividades que incluye una Mesa Redonda con personas expertas en alimentación y una merienda sostenible para abogar por una alimentación más sana y sostenible. La Mesa Redonda tendrá lugar en el CEIP Fuente del Palomar, C/ Camilo José Cela, 2, Alcorcón – Madrid a las 17:00.

Este año el Día Mundial de la Alimentación se celebra para promover una alimentación sana. Según la Organización Mundial de la Salud, una alimentación sana es aquella que nos ayuda a protegernos de la malnutrición así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Pero, cada vez más es también aquella que ayuda a proteger la salud del planeta, de la cual dependemos todas las personas y demás especies. Por ello, este año, la comunidad científica lanzó un nuevo concepto, el de “dieta de salud planetaria” que debe ser adoptado y promovido por todas las autoridades con competencias en la educación y la alimentación.