«El Principado de Asturias se vuelve a reír de los vecinos de Carreño y Gijón que sufren la contaminación del aire»
No compartimos ni podemos entender que en la actual situación de emergencia climática en la que nos encontramos se continúe apostando por el consumo de energías fósiles, especialmente el carbón, máximo responsable de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Nos parece increíble que Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico de Asturias autorice el nuevo almacén de carbones en las instalaciones del Puerto de Gijón en la zona de Aboño Sur, en Carreño, promovido por Energy Fuel Asturias S. L. diciendo “que no va tener efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, y no es necesario someterlo al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria” como publica hoy en el Bopa
Se trata de un nuevo parque de almacenamiento, clasificación y venta de carbones, antracitas, coke de petróleo y cok metalúrgico, sobre una superficie de 13.800 m² al que habíamos alegado en contra desde la Coordinadora Ecoloxista, porque se pretende acometer el montaje de dos instalaciones productivas procedentes de las actuales instalaciones de Energy en Avilés: una recribadora y una clasificadora, para antracita, carbón ruso, coke fluido y coke de petróleo green, para su clasificación y almacenamiento.
No compartimos ni podemos entender que en la actual situación de emergencia climática en la que nos encontramos se continúe apostando por el consumo de energías fósiles, especialmente el carbón, máximo responsable de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Tampoco entendemos que, en el actual contexto nacional e internacional de progresiva desaparición del carbón, sigamos rivalizando para que nuestros puertos de El Musel y de Avilés acojan este tipo de actividades de futuro más que dudoso y que producen un fuerte impacto ambiental en su entorno, como llevamos décadas denunciando desde la Coordinadora Ecoloxista.
En una zona tan contaminada, dada la naturaleza de la actuación prevista, que requiere la manipulación de un granel pulverulento con su consiguiente dispersión a causa del viento y de la propia manipulación, nos preocupa dicha dispersión de partículas y su posterior inmisión en el entorno cercano. El impacto ambiental de la actividad es notable y no parece que las medidas previstas vayan a suponer una gran mejoría del impacto en el entorno. Sorprende que el Principado lo autorice sin un estudio impacto ambiental serio que seguro que determinaría la inviabilidad de este nuevo parque.
Nos preocupa la acumulación de impactos o los efectos sinérgicos producidos en la calidad del aire como consecuencia de la existencia de esta planta y de las otras de graneles del complejo del Musel, del parque de minerales, de la térmica y de la cementera, en un entorno donde viven miles de personas a menos de 2.000 metros y que sufren desde hace décadas una disparada contaminación del aire, de las aguas y del suelo que sistemáticamente denunciamos y que el Principado minimiza de forma continua.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies.