Redacción •  Actualidad •  17/06/2024

La Fiscalía denuncia el veneno a la fauna en la Cordillera Cantábrica

El Ministerio Fiscal nos ha trasladado a la Coordinadora Ecoloxista que ha formulado denuncia ante el Juzgado de Instrucción de Guardia de Oviedo por presuntos delitos contra la protección de la fauna, previstos y penados en los artículos 334 y 336 del Código Penal y contra los animales, previsto en el artículo 340 bis del Código Penal.

La Fiscalía denuncia el veneno a la fauna en la Cordillera Cantábrica

Sobre este particular, la Fiscalía ya abrió una investigación en base a la denuncia interpuesta por la Coordinadora Ecoloxista tras tener conocimiento de que en los últimos años han aparecido varios buitres leonados y perros muertos en diferentes puntos de los concejos de Teverga, Quirós, Proaza, Yernes y Tameza y Mieres. Dichas muertes parecen estar relacionadas con varios episodios de envenenamiento.

Nos consta que en la zona que abarca los concejos mencionados aparecen, de manera recurrente y desde hace décadas, aves y otros animales salvajes envenenados sin que nadie haya sido condenado ni perseguido por este delito. Esta práctica delictiva afecta a especies protegidas como el oso pardo cantábrico, lobo o el águila real y tiene efectos negativos muy graves en el resto de la cadena trófica.

La Coordinadora Ecoloxista considera que la administración del Principado de Asturias no pone el empeño necesario en perseguir un delito tan grave como es el uso de venenos para matar a los animales que resultan molestos. Desde 1995 esta práctica está tipificada como delito en el Art. 336 del Código Penal español, acarreando penas de entre seis meses y dos años de cárcel. Sin embargo en Asturias, a pesar de las decenas de episodios de envenenamiento que se conocen en los últimos años, han sido muy pocos casos los que se han podido llevar ante los tribunales.

Hay que recordar que el uso de venenos es una de las amenazas más graves para la fauna salvaje en España. En los años 60 y 70 del siglo pasado el uso de cebos envenenados fue una práctica usual entre ganaderos y cazadores, práctica que poco a poco fue decayendo debido al nuevo ordenamiento jurídico y gracias a las labores de divulgación sobre las perversas consecuencias del uso de venenos en la naturaleza. Sin embargo, en los últimos años se ha detectado un grave y muy preocupante repunte en su uso, retrocediendo a los alarmantes niveles de hace décadas, cuando era una práctica permitida.

La utilización de venenos implica la eliminación indiscriminada de la fauna en general, ya que es de un método no selectivo que afecta a varias especies depredadoras, a carroñeras, a especies omnívoras e incluso a animales domésticos.

Además, es una práctica cruel, que conduce a una muerte lenta y dolorosa por sofocación y parálisis muscular del animal y que altera negativamente la organización de los ecosistemas. Por otro lado, el uso del veneno puede tener repercusiones negativas en los seres humanos, ya que puede entrar a formar parte de la cadena alimenticia.

En definitiva, este método ilegal de control no selectivo causa la regresión (cuando no la extinción) de la fauna, con el agravante de que las principales especies afectadas son muchas veces especies con un estado de conservación muy comprometido. El problema es aún más grave de lo que pueda parecer si tenemos en cuenta que solamente se detecta un pequeño porcentaje de los animales envenenados. La inaccesibilidad de muchos lugares, la falta de un verdadero interés por parte de la administración y otros factores de diversa índole hacen que la mayoría de los cadáveres pasen inadvertidos, minusvalorándose por tanto la gravedad del problema.

Coordinadora Ecoloxista d’Asturies.


Coordinadora Ecoloxista d’Asturies /