La Federación de Asociaciones Cannábicas denuncia una persecución en su contra
FAC: "Como colectivo nos sentimos indignados, rechazados y perseguidos. Las leyes, las más antiguas y las más recientes, avalan cacheos, detenciones y demás vejaciones además de desproporcionadas multas."
El movimiento cannábico de calidad en general y la FAC en particular ha recordado que «ha demostrado siempre su interés por colaborar de forma estrecha con los medios de comunicación, ya sea aportando nuestra visión de la realidad; explicando los protocolos internos por los que se rigen nuestros colectivos; abriendo nuestros locales sociales o mostrando nuestros cultivos, en definitiva, mediante el ejercicio de la transparencia (pagada con altísimos costes) ayudar a mejorar la imagen que en la sociedad se percibe del cannabis, para acabar así con la estigmatización que padecemos tanto planta como usuarios.
La práctica totalidad de asociaciones que, aun siguiendo prácticas honestas, sufren la persecución de las fuerzas de seguridad del Estado y se ven inmersas en costosos procesos judiciales, a pesar del vapuleo mediático y la pena de banquillo, suelen terminar con causas archivadas o sentencias absolutorias.
Desde la FAC hemos propuesto un modelo de funcionamiento alternativo al mercado negro que es viable, copiado por diferentes países como Uruguay, Holanda o Suiza, entre otros, una forma de autorregulación que ha garantizado la permanencia dentro de los márgenes de la ley durante más de quince años. Ayudamos a millares de personas cada día ha mejorar en sus dolencias, ayudamos a las personas con consumos problemáticos a abandonar el hábito. Colaboramos con los ayuntamientos de Barcelona, Madrid, Donosti, los gobiernos de las comunidades autónomas de Euskadi, Navarra, Catalunya, Baleares, Valencia, Andalucía y con todos los grupos parlamentarios con representación en el congreso. . .
A pesar de todo lo anterior el TS decidió reinterpretar la doctrina y regar el entorno cannábico de nuevas ambigüedades jurídicas y creciente indefensión, todo ello como colofón al movimiento triangular (Gobierno, Fiscalía y TS) que este gobierno inició , allá por el 2013, con el fin de terminar con las asociaciones cannábicas.
Como colectivo nos sentimos indignados, rechazados y perseguidos. Las leyes, las más antiguas y las más recientes, avalan cacheos, detenciones y demás vejaciones además de desproporcionadas multas.
Cuando el hecho de que las mafias se han introducido en nuestro sector es ya más que evidente solicitamos diligencia por parte de la administración a la hora de establecer un filtro eficaz para sus actuaciones diferenciando asociaciones de tapaderas y evitar así paradójicas intervenciones como la sufrida por ASIBECA, en Ibiza, modélica en un entorno de asociaciones que no lo son tanto y sin embargo gozan de total impunidad. Sería también muy de agradecer que los medios demostrarán también más sensibilidad a este respecto contrastando, en aquellos casos en los que sea posible, informes policiales y escritos de acusación o evitando relacionar con el asociacionismo cannábico operaciones contra organizaciones criminales que nada tienen que ver con lo que nosotros representamos. Estamos siendo perseguidos y es responsabilidad de toda la sociedad denunciarlo, especialmente de los medios, actuar como meros altavoces del órgano opresor no es el camino, por lo menos para ese porcentaje mayoritario de la población española que según el Plan Nacional de Drogas del año 2.016 desea que en nuestro país se normalice los usos del cannabis.
No hace falta ser periodista para saber que “Abcda” no fue el primer club cannábico de Barcelona (pregunta de Trivial) así como no hace falta ser periodista y de hecho tampoco muy listo para saber que dicho proyecto tenía poco de asociativo.
En todo caso a falta de intuición bueno será un teléfono… ¡Utilícenlo! ¡Por lo que más quieran!»