ATEA acoge con alegría la ratificación por el Congreso español del Tratado del Consejo Europeo sobre Protección Animal, aunque sea con varias décadas de retraso y lamentables posturas políticas
Nuestra organización ha acogido con lógica alegría el hecho de que una mayoría del Congreso aprobase ayer el Tratado del Consejo Europeo sobre Protección Animal ― que data de 1987 ―, pues ello supone sin duda un paso más en la lucha por el respeto a los intereses de los animales [no humanos].
La Asociaciín para un Trato Ético con los Animales (ATEA), «ha acogido con lógica alegría el hecho de que una mayoría del Congreso aprobase ayer el Tratado del Consejo Europeo sobre Protección Animal ― que data de 1987 ―, pues ello supone sin duda un paso más en la lucha por el respeto a los intereses de los animales [no humanos]. Siendo así, hemos de lamentar el extraordinario retraso con el que llega dicho avance, dado que bien podía haberse asumido hace ya varias décadas, evitando con ello un inmenso trauma a millones de animales, que tuvieron que pasar por ese trance y sufrir infecciones y en algunos casos hasta la muerte tras complicaciones posoperatorias. Y todo por el capricho dueños y centros de cría, incapaces de ponerse en el lugar de las víctimas.
Una reflexión especial merece la postura de los distintos grupos políticos, que tuvieron oportunidad de exponer sus razonamientos desde la tribuna. Así, el PP mostró de nuevo una preocupante falta de empatía cuando de animales se trata, y la habitual ‘estupidez moral’ que les caracteriza en este campo, al argumentar su voto con excusas entre groseras y estultas.
Por su parte, ERC se arrepintió a las pocas horas de apoyar la Reserva popular, con argumentos igualmente carentes de todo sentido lógico. Seguimos confiando en que dicho grupo se percate más pronto que tarde de que estamos de lleno en el siglo XXI.
En cuanto al PNV, y dada su constante deriva en el ámbito que nos ocupa, solo se necesita comprobar que ha optado por las tres vías posibles en apenas una semana, lo que dice muy poco en su favor por cuanto a independencia ideológica.
Y PODEMOS bien podría haberse ahorrado su ya manifiesta androfobia (“Los perros no son cosas ni juguetes; y tampoco son el complemento estético a la virilidad de nadie”). ¿Pero qué necesidad había?
Como reflexión [estentórea] final, estamos seguros de que todas estas dudas y reticencias (en el caso de Partido Popular, PNV y Ciudadanos) se reconducirían con solo aplicar a sus señorías (ellos y ellas) el corte radical de alguno de sus miembros más preciados, aunque nada más que durante un par de horas fuera».