Movimiento Ibérico Antinuclear condena la grave agresión a un activista extremeño y exige que se esclarezcan los hechos
"El MIA sospecha que la pretensión de los agresores era la intimidación de Fernando y de todos los activistas ambientales. Fernando estaba involucrado en la demanda del cierre de la central nuclear de Almaraz, en la regeneración democrática de su pueblo y en la demanda por la urbanización ilegal de la isla de Valdecañas, entre otras camapañas".
Comunicado
El Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) condena la agresión sufrida por su activista D. Fernando Llorente Arrebola, que fue atacado en su propia casa el día 12 – 11 – 2016. La agresión le causó lesiones gravísimas que pudieron acarrearle la muerte. Los integrantes del MIA sospechan que la agresión está relacionada con alguna de las actividades de defensa ambiental desarrolladas por Fernando.
La agresión se produjo el día 12 de noviembre en el término municipal de Talaveruela de la Vera (Cáceres). Cuatro individuos se introdujeron en la morada de Fernando con la excusa de pedirle ayuda y, una vez dentro, lo dejaron inconsciente de fuerte golpe en la cabeza. Cuando recuperó la conciencia el atacado les señaló donde guardaba el dinero y la reacción de los atacantes fue extremadamente violenta puesto que le golpearon la cara con un hacha, le rompieron la mandíbula y lo desfiguraron severamente. Las heridas podrían haber sido mortales.
Es difícil pensar que el móvil del ataque fuera un mero atraco por la forma de actuar de los atacantes. Más bien, el MIA sospecha que la pretensión de los agresores era la intimidación de Fernando y de todos los activistas ambientales. Fernando estaba involucrado en la demanda del cierre de la central nuclear de Almaraz, en la regeneración democrática de su pueblo y en la demanda por la urbanización ilegal de la isla de Valdecañas, entre otras camapañas. Para el MIA está claro que la metodología de la agresión es una respuesta a una de estas actividades, puesto que un simple atraco no requería semejante derroche de violencia. Si se demuestra que ese era el móvil, se trataría de un acto terrorista dirigido a amedrentar al propio Fernando y a los activistas ambientales que trabajan contra los proyectos que degradan nuestro medio natural y ponen en peligro nuestra propia salud.
Por todo ello, el MIA condena la agresión y pide que se esclarezcan los hechos. La agresión podría ser un auténtico acto terrorista que pudo incluso haber acabado con la vida del activista.
Desde el MIA también queremos solidarizarnos con Fernando, mostrarle nuestro apoyo y llamar a la concentración silenciosa de repulsa que se producirá el próximo sábado día 19-11-2016 en la Plaza de Talaveruela a las 17 h.