Redacción •  Actualidad •  19/12/2018

Greenpeace anima al Gobierno a que en 2019 priorice el respeto a los derechos y libertades y ponga fin a la ley mordaza

  • La organización ecologista y pacifista muestra en su último informe cómo en los últimos 40 años la protesta pacífica ha sido clave para la construcción de la sociedad democrática.
  • Ante el avance de los discursos autoritarios en todo el mundo y el retroceso en las libertades en los últimos años, el Gobierno tiene la oportunidad de liderar un frente en defensa de la democracia.
Greenpeace anima al Gobierno a que en 2019 priorice el respeto a los derechos y libertades y ponga fin a la ley mordaza

19 de diciembre de 2018.- Greenpeace ha presentado hoy el informe Democracia y Contrapoder. 40 años de movilizaciones ecologistas y pacifistas. en el que repasa las movilizaciones sociales ocurridas en torno a las cuestiones medioambientales y pacifistas en estos últimos 40 años, poniendo el acento en la contribución que la protesta pacífica y la desobediencia civil han tenido en el fortalecimiento de la democracia en España.

Desde el movimiento antinuclear que estableció las bases del movimiento ecologista, a las masivas movilizaciones contra la guerra de Irak que batieron todos los récords de participación, el documento destaca cómo la implicación activa de la ciudadanía ha supuesto un contrapeso clave para el avance en derechos y la consecución de una sociedad más sostenible y pacífica.

Greenpeace considera que el Gobierno de Sánchez puede y debe ejercer un liderazgo nacional e internacional para frenar el paulatino deterioro de las garantías democráticas. Por esta razón, la organización exige al Gobierno que en 2019 impulse medidas concretas en el ámbito de los derechos y libertades, como la derogación definitiva de la conocida como ley mordaza.

“Hace ya años que esperamos la derogación de la ley mordaza, que a día de hoy sigue castigando a quien protesta pacíficamente por una sociedad más justa y mejor. Este freno al ejercicio de derechos fundamentales en democracia no puede esperar más, porque es totalmente contrario a una democracia saludable”, ha declarado Mario Rodríguez, director de Greenpeace.

Greenpeace advierte que frente a los retos que plantea un sistema en constante crisis, están aumentando las respuestas basadas en el discurso del miedo y la polarización social, que debilitan los pilares sobre los que se asienta la propia convivencia democrática. Es entonces cuando el papel de la sociedad civil cobra un protagonismo fundamental para poner en el centro del discurso a las personas, como protagonistas de los cambios sociales.

“De la misma manera que el deterioro global del planeta y el de la calidad democrática son procesos que se acompañan, hoy la defensa del medioambiente y la de la democracia han de ir necesariamente de la mano”, ha declarado Javier García Raboso, responsable de la campaña en defensa de la Democracia de Greenpeace.

Finalmente, la organización ecologista y pacifista propone un decálogo de medidas para profundizar en una cultura democrática basada en el diálogo y la participación, en la que la sociedad civil ejerza un papel relevante en la consecución de un futuro mejor a través de la libertad de expresión y la protesta pacífica.


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