Redacción •  Actualidad •  19/12/2024

Toni Valero defiende la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, y denuncia que el PP tratara “por la puerta de atrás de precarizar la mano de obra en el campo”

  • El diputado de IU por Málaga en el Grupo Plurinacional Sumar lamenta que la derecha haya buscado “cobrarse la venganza del éxito de la reforma laboral en las vidas de los trabajadoras y trabajadores del campo” durante la tramitación de una nueva norma que “contribuye a la eficiencia de la cadena alimentaria, a abaratar los precios y a tener una economía circular que genere menos residuos y contaminación”.
Toni Valero defiende la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, y denuncia que el PP tratara “por la puerta de atrás de precarizar la mano de obra en el campo”

Jueves, 19 de diciembre 2024.

El diputado de Izquierda Unida por Málaga y coordinador de esta formación en Andalucía, Toni Valero, ha defendido esta mañana en el Pleno el proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario, además de las enmiendas que su Grupo Plurinacional Sumar ha dejado vivas durante la tramitación del dictamen en comisión. Valero ha alertado sobre el contenido de algunas enmiendas defendidas por el Partido Popular hasta el último momento y que la derecha “ha colado por la puerta de atrás para precarizar la mano de obra en el campo y que, además, podría conllevar la devolución de fondos europeos”.

Advirtió de que el partido de Alberto Núñez Feijóo “se cobra la venganza del éxito de la reforma laboral en las vidas de los trabajadoras y trabajadores del campo. El PP demuestra que es un partido antiobrero obsesionado con desproteger a los más vulnerables”. Por eso, recalcó que “no vamos a permitir que por la puerta de atrás se cuelen y roben derechos conquistados con la reforma laboral”.

El parlamentario y dirigente andaluz de IU reconoció que estamos ante “una legislatura inédita por su complejidad” y a veces “toca tomar decisiones difíciles y afrontar dilemas complicados”, pero destacó que “no nos va a temblar el pulso para proteger a la mayoría social”.

Izquierda Unida y su grupo Plurinacional van a estar “por los trabajadores y trabajadoras del campo, por los jornaleros y jornaleras extremeños y andaluces, para proteger a la mayoría social con nuestro voto siempre con la clase trabajadora”.

“No vamos a permitir que el Partido Popular se sirva de esta ley para convertir el campo en el cortijo de la derecha”, resumió.

En relación al proyecto de ley, que persigue ‘la prevención y reducción de las pérdidas y desperdicio de alimentos por parte de todos los agentes de la cadena alimentaria’, Valero señaló que por parte de su grupo “ha sido muy trabajada con muchas organizaciones, porque esta legislatura sí sirve a la gente y sí mejora el país, a pesar del palo entre las ruedas que siempre intentan meter el Partido Popular y Vox”.

Lamentó que cuando la derecha y la ultraderecha “intentan tumbar o revertir medidas del Gobierno piensan que van contra el PSOE y Sumar”, pero realmente “van contra la mayoría social, le ponen el palo en las ruedas a las familias trabajadoras, a las pequeñas y medianas empresas o a la juventud”.

Valero razonó que a pesar de ello “los resultados de esta legislatura son históricos en materia de empleo, con 22 millones de ocupados prácticamente, con las tasas de paro más bajas desde 2008, con reducción de la desigualdad social, con aumento de la renta media en los hogares a pesar de la inflación y con un descenso de hasta 10 puntos en la tasa de jóvenes que ni estudian ni trabajan”.

Sobre la ley a debate, indicó que “el despilfarro alimentario encarece los precios de los alimentos, malgasta recursos naturales y aumenta los residuos y el impacto ambiental”, por eso es “tan necesaria”, porque “contribuye a la eficiencia de la cadena alimentaria, a abaratar los precios y a tener una economía circular que genere menos residuos y contaminación”.

En el mundo se desperdician anualmente cerca del 30% de los alimentos producidos. En España, solo en 2023, se desperdiciaron 1.183 millones de kilos, unos 25 kilos por persona.

Toni Valero lamentó que “en nuestro país se desperdician alimentos mientras se agotan los recursos naturales, mientras 733 millones de personas pasan hambre en el mundo como consecuencia de la acumulación capitalista y mientras el desperdicio alimentario genera cerca de un 10% de los gases de efecto invernadero”.

Tiró de ironía al apuntar que “esta ley se compromete con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de esa ‘satánica’ Agenda 2030 promulgada por las no menos ‘diabólicas’ Naciones Unidas”.

En consonancia con lo que defiende IU, destacó que “lo que está encima de la mesa es un modo inviable de producción y consumo. Es tiempo de reducir, de decrecer: frente a la lógica capitalista del derroche toca la disminución controlada y progresiva”.

“Es imposible -dijo- una economía de crecimiento continuo y exponencial dependiente de un planeta con recursos limitados, pero sí es posible el bienestar social y el cuidado medioambiental si aspiramos a vivir mejor con menos: con menos residuos, con menos despilfarro, con menos consumismo capitalista”.

En la misma línea, defendió “priorizar la igualdad y la justicia social, midiendo la calidad de vida no en función del PIB, sino en función de la salud, la educación y el tiempo libre, y promover un consumo consciente y sostenible”.

Solo en el año pasado 54 bancos de alimentos atendieron a 1.188.000 personas. Por eso, esta ley “beneficia a estas entidades, que son las grandes abanderadas recogiendo productos de retirada de mercado”. No en vano, muchas de las enmiendas defendidas por el Grupo Plurinacional “las hemos trabajado con la Asociación Nacional de Alimentos Solidarios, Cáritas, organizaciones como To Good to go, Enraíza Alimentos, el colectivo Ley Sin Desperdicio, y con organizaciones agrarias”.

Las enmiendas registradas se han hecho también “en favor de los consumidores”, entre otras las que distinguen en los productos “la fecha de consumo preferente, incentivando su compra con medidas promocionales. Esto supone menos desperdicio y más ahorro al consumidor”.

Plan Nacional

Toni Valero planteó también la aprobación de un Plan Nacional “que fije objetivos, que concrete un calendario de reducción específico y que evalúe su grado de cumplimiento, así como la tasa de destrucción de las empresas de la gran distribución e industriales”.

Y las enmiendas se completan con textos dirigidos especialmente al sector agroganadero, porque “esta ley tiene sentido si fortalece a la ganadería y a la agricultura socialmente necesarias, ligadas al territorio y que están asfixiadas por la agroindustria”.

“Queremos que esta ley vaya acompañada de incentivos y también de un fondo para compensar a los pequeños productores, porque hay que compensar a quien se compromete. También queremos promover el consumo de proximidad con medidas de fomento del consumo o distribución de productos frescos y de proximidad a las grandes empresas de distribución y para las empresas turísticas”, insistió.

No olvidó otra cuestión importante: “la obligación del Gobierno de regular el espigueo en el plazo de un año. La práctica del espigueo permite recuperar las pérdidas de productos alimentarios en el campo después de las cosechas fomentando la economía circular”.


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