Colectivos y activistas feministas se unen por la defensa de los derechos de las personas trans
80 colectivos vinculados a las grandes movilizaciones feministas de los últimos años han suscrito el manifiesto “Feministas por los derechos de las personas trans”, que se ha hecho público hoy con más de 500 firmas.
El manifiesto reivindica la participación de las mujeres trans en el movimiento feminista desde hace décadas y previene contra la violencia ejercida contra este colectivo.
Colectivos y activistas feministas se han unido para defender los derechos de las personas trans a través de un manifiesto publicado hoy en esta página web.
El texto previene contra el aumento de la violencia hacia estas personas en el contexto de la controversia generada por el debate sobre la posible aprobación de una ley que garantice el derecho a la autodeterminación de género. Recuerda que defender unos derechos largamente reivindicados no es un gesto en contra de las mujeres cis, y que el feminismo «no se puede usar para oponerse o para cuestionar los derechos de las personas trans, que se enfrentan cotidianamente con el estigma y la discriminación en muchos ámbitos de sus vidas».
El manifiesto, titulado “Feministas por los derechos de las personas trans”, ha sido suscrito por colectivos del movimiento feminista de todo el Estado, como FeministAlde, Ca la Dona, Plataforma 8M Tenerife, AMA Asturies, Asamblea Feminista o Eskalera Karakola. Por el momento ha sido respaldado por 80 agrupaciones vinculadas a la organización de las grandes movilizaciones feministas de los últimos años.
A la iniciativa, abierta también a la firma a título individual, se han adherido asimismo más de 500 activistas, periodistas y mujeres del mundo de la cultura, que se suman así a la idea de que “el feminismo lleva enriqueciéndose con las aportaciones de muchas compañeras trans desde hace décadas y no podría entenderse sin su participación”.
El manifiesto se posiciona a favor de un “feminismo diverso, inclusivo, interseccional y desbordante”, especialmente «en un momento de auge de la ultraderecha en el mundo, que pretende vendernos identidades excluyentes afianzadas en la denegación de derechos a quienes consideran diferentes». Así, se sitúa “radicalmente en contra del tono insultante y del menosprecio que se utiliza, sobre todo en redes sociales” y recuerda que “es difícil reflexionar sobre cuestiones complejas cuando nos vemos obligadas a defender lo más básico: la existencia y la dignidad de las personas”.
“No necesitamos que nadie venga a vigilar qué es ser mujer. Queremos, por el contrario, ampliar su significado y las posibilidades de vivir de maneras diversas sin encajar en los moldes preestablecidos por el patriarcado”, destaca el texto, que aboga por «una sociedad en la que las personas no sientan la presión de cumplir con la rigidez de género». En este sentido, afirma que «mejorar las condiciones de vida de las personas trans profundiza y amplía la democracia, mejora nuestra sociedad y fortalece nuestra lucha contra unas normas de género que nos limitan».