PP, VOX, PNV y Junts aprueban la desprotección del lobo al norte del Duero dando la espalda a la ciencia

El odio del Partido Popular contra el lobo, y su deseo de que regrese la caza del lobo y las matanzas de estos animales, ha llevado a incluir en dicha ley la desprotección del lobo al norte del Duero, algo que no tiene nada que ver con el contenido de esta ley y que no debería haber sido permitido. Es inadmisible que a través de una enmienda a esta ley de desperdicio alimentario se tire por tierra el largo y complejo proceso, con participación social, científica y de las administraciones autonómicas, que llevó a la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE).

La organización ecologista apunta que el PP, y varios de sus gobiernos autonómicos, son responsables de la nefasta gestión de este cánido, basada en la matanza de lobos, a la vez que no han querido defender adecuadamente la ganadería extensiva, la más vulnerable a la depredación por lobo, y vienen mintiendo durante los últimos tres años trasladando datos falsos sobre un inexistente gran incremento de la población de lobos así como un también inexistente gran incremento de los daños provocados por el lobo. De nuevo hoy en el Congreso de los Diputados, el PP ha utilizado datos falsos para justificar la desprotección y la caza del lobo, en una decisión que únicamente responde a intereses electoralistas y de un oportunismo lamentable.

Ecologistas en Acción anuncia que iniciará acciones encaminadas a lograr la protección de toda la población del lobo y el fomento de la coexistencia entre el lobo y la ganadería, incluyendo iniciativas legales, judiciales y movilizaciones sociales.

Hoy es necesario recordar que el lobo no es solo una especie protegida y emblemática. También juega un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas ibéricos. Los beneficios ambientales son extensos, pero también los sociales: ayuda a reducir los daños por ungulados silvestres (corzos, jabalís, etc.) a la agricultura, y previene que enfermedades contagiosas (tuberculosis, etc.) pasen de la fauna salvaje a la cabaña ganadera. Por tanto, pretender cazar más lobos es un negocio nefasto para el medio ambiente pero también para la sociedad y la economía rural.

Con la inclusión del lobo en el LESRPE se apostó por primera vez por la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva, con una importante financiación pública para ayudar a las ganaderías a convivir con el lobo mediante mejoras en el manejo del ganado e indemnizar de forma adecuada y rápida los daños generados. Pero la unión de las derechas y la extrema derecha ha permitido hoy que esa financiación desaparezca y volvamos a la caza ya las matanzas generalizadas de lobos y sin criterio y sin que ello favorezca en nada a ganaderas y ganaderos.