El PSOE suma sus votos a los del PP y otros partidos de la derecha parlamentaria para sacar adelante su reforma de la «Ley del solo sí es sí»
- El Congreso aprueba la reforma de la Ley del ‘solo sí es sí’ pactada por PSOE y PP, con el voto en contra de Unidas Podemos, ERC, Bildu, Más País, Compromís y CUP, además de dos diputados independientes.
- Más 2.000 juristas y activistas y unas 150 organizaciones feministas han firmado un manifiesto contra estos cambios en la ley, y se han concentrado para protestar frente al Ministerio de Justicia.
- Irene Montero: El PP ha votado siempre en contra de todos los avances feministas. Si hoy vota a favor, quizá esta reforma no sea un avance: es un claro retroceso en los derechos de las mujeres.
- María Victoria Rosell: «Cada paso atrás aunque estuviéramos todas de acuerdo es una década de lucha».
- Enrique Santiago: «Nuestra oposición a la reforma de la Ley Solo sí es sí pactada entre PSOE y PP. Sacar el consentimiento del centro del tipo penal es un paso atrás para la protección de las mujeres ante las violencias machistas. Trabajaremos para revertir esta situación».
El Pleno del Congreso ha aprobado este jueves la reforma de la Ley del ‘solo sí es sí’ impulsada por el PSOE y negociada con el PP, con el rechazo de Unidas Podemos y el resto de los socios de investidura del PSOE.
La iniciativa ha obtenido 233 votos a favor, de PSOE, PP, Cs, PNV, PDeCAT, Coalición Canaria, Foro Asturias, Teruel Existe, Partido Regionalista de Cantabria y Navarra Suma; 59 en contra de Unidas Podemos, ERC, Bildu, Más País, Compromís, CUP y los diputados independientes Meri Pita y Pablo Cambronero, y 4 abstenciones de los diputados de Junts. Vox, por su parte, ha decidido no votar.
La iniciativa, de carácter orgánico, ha conseguido así superar los 176 votos que eran necesarios para continuar con su tramitación. Tras superar este paso, el texto será enviado al Senado en donde, previsiblemente, se aprobará en el Pleno del próximo miércoles 26 de abril.
Dentro del Gobierno, los ministros que son diputados de Unidas Podemos, Irene Montero, Ione Belarra, Alberto Garzón y la vicepresidenta Yolanda Díaz, han votado en contra, ésta última de forma telemática, aunque ha estado presente durante el debate. Mientras, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de Industria, Héctor Gómez, han votado a favor, en una votación en la que no ha estado Pedro Sánchez, ni tampoco en el debate.
La reforma de la ley no acabará con el goteo de rebajas de penas y excarcelaciones, ya que las revisiones -resultado de una interpretación torcida de la misma por una minoría de jueces- no se pueden parar. A pesar de ello, Patxi López ha afirmado esta mañana en rueda de prensa que «la ley del sólo sí es sí era una humillación de las víctimas ante las rebajas de penas a los agresores».
Hasta que se aprobó la ley impulsada por el ministerio de Igualdad, el Código Penal distinguía entre el abuso sexual (agresiones sin consentimiento pero en los que no se consideraba que hubiera habido violencia ni intimidación) y la agresión sexual, cuando sí se hubiera probado la existencia de estos dos supuestos. La ley eliminó el abuso y todo pasó a considerarse agresión sexual introduciendo agravantes. La contrarreforma aprobada hoy introduce en los artículos 178 y 179 un subtipo agravado de violencia e intimidación a la hora de valorar las penas a los agresores, desplazando el consentimiento del centro de la ley y obligando otra vez a las víctimas de agresiones sexuales a demostrar esa violencia o intimidación.
Irene Montero: «No señorías, el consentimiento no es un teatro»
Irene Montero ha afirmado desde la tribuna del Congreso que “hoy es un día triste, seguramente el más difícil que he vivido como ministra. Costó muchos años de movilizaciones poner el consentimiento en el centro y la reacción a esta ley ha provocado una vuelta atrás de años […] La ofensiva contra la ley ha sido una ofensiva contra el Gobierno, también contra su presidente. Siempre fuimos conscientes de eso y eso nos llevó a trabajar en una respuesta unitaria como Gobierno […] ceder por encima de nuestras posibilidades […] para dar una respuesta unitaria desde el Gobierno y la mayoría feminista”
Tras anunciar la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, la aprobación en primera vuelta de la reforma de la Ley del ‘solo sí es sí’, los diputados del PP han aplaudido durante un minuto, primero sentados y después de pie, el resultado. Ningún miembro del grupo parlamentario socialista ha celebrado el apoyo a su iniciativa.
Este nuevo texto, entre otras medidas, modifica la horquilla de penas para la agresión sexual con violencia e intimidación de forma que este delito eleve su castigo en hasta dos años de prisión, con respecto al texto de la norma del sí es sí, impulsada por el Ministerio de Igualdad y actualmente en vigor.
Para ello, modifica el artículo 179 del Código Penal. Si en la Ley del ‘solo sí es sí’ se recoge una pena de cuatro a doce años para las agresiones con penetración (violación), la nueva redacción aprobada añade que en el caso de que esta violación incluya violencia e intimidación esta horquilla de penas sea de 6 a 12 años.
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Feministas, activistas y juristas contra la reforma del PSOE
Colectivos feministas, activistas, juristas y personas vinculadas al acompañamiento de las víctimas de violencia sexual publicaron hace unos días un manifiesto en defensa de la ley ‘Solo sí es sí’ para reivindicar que el consentimiento no se toca. Critican la propuesta de reforma del PSOE y expresaron su preocupación ante la aprobación.
El manifiesto asegura que «la reforma, en caso de ser aprobada, tendrá un fuerte impacto», porque «elimina el consentimiento como elemento único de definición de agresión sexual e introduce elementos adicionales«, lo que supone «revertir el modelo de la Ley de Libertad Sexual». Por ello, instaron «a todos los grupos políticos que forman parte del Congreso y del Senado a dar apoyo únicamente a las modificaciones de la Ley que garanticen la centralidad del consentimiento en los delitos sexuales».
En el manifiesto se explica además que la ley de Libertad Sexual «ha supuesto un cambio de paradigma importante, colocando el consentimiento como único elemento definitorio de la violencia sexual, incluida la violación […] fue necesario verbalizar el NO para conquistar el SÍ», y se apunta que la «reformulación del concepto ‘consentimiento’ supone un importante cambio de paradigma […], ya que ahora la falta de consentimiento es el único requisito para considerar que se ha violado la libertad sexual». Además, concluye, supone «comprender mejor las respuestas psicológicas de las víctimas ante la violencia sexual y la complejidad de las reacciones que hacen que no se pueda exteriorizar nada, ni uno sí ni uno no».