Manifestación y acto lúdico en Carabanchel en defensa de la Atención Primaria y contra el cierre de los SUAP

La reforma que la Comunidad de Madrid quiere hacer del sistema de las urgencias extrahospitalarias del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), ultimo y brutal ataque por parte de la Comunidad de Madrid a la Atención Primaria, no sólo ha generado la indignación de sus trabajadoras y trabajadores sino también un amplio rechazo entre la población madrileña. Y eso aumenta más la presión en una ya muy tensionada sanidad pública madrileña aumenta.

Sirva de prueba algunas informaciones aparecidas estos días. Al inicio de la semana, el lunes otro alto cargo del gobierno de Isabel Díaz Ayuso abandonaba el barco. Se trata de Sonia Martínez Machuca, gerente de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). El martes se conocía la convocatoria de una huelga indefinida a partir del 28 de octubre, en las Urgencias del Infanta Sofía, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), debido a la situación insostenible de ese servicio por falta de profesionales. Según explicaba una médica de estas urgencias “en 2008 había unas 15 camillas en la urgencia del hospital y en este momento tenemos más de 60 atendidas por el mismo personal asignado de guardia”.

Y para el 25 de octubre, los varios cientos de profesionales de los SAR (Servicios de Atención Rural) que van a ser la carne de cañon pagadora del desmantelamiento del sistema de urgencias extrahospitalarias, están llamados a una huelga indefinida. También están llamados a esta huelga los antiguos trabajadores de los SUAP (Servicios de Urgencia de Atención primaria), servicios cerrados desde hace ya más de dos años por la Comunidad.

Hay que recordar que el pasado 22 de septiembre, la Comunidad de Madrid presentó un “nuevo modelo asistencial” que implica la desaparición de los 40 SAR y de los 37 SUAP para proceder a su reapertura bajo un nuevo nombre. Así la Consejería de Sanidad quiere reabrir lo antes posible un total de 78 ‘nuevos dispositivos’, en los mismos locales, llamados Puntos de Atención Continuada (PAC) que tendrán un “cambio de funcionamiento”. Por lo pronto el nuevo modelo presentado por la Comunidad de Madrid, supone un cambio radical y el empeoramiento de las condiciones laborales de sus profesionales.

Y es precisamente las condiciones de trabajo lo que hace que la sanidad madrileña se esté quedando sin profesionales. Según los datos facilitados por la Consejería hay actualmente un 20% de puestos no cubiertos en medicina familiar y comunitaria y un porcentaje mayor en el caso de pediatría de Atención Primaria.

Y la huida y falta de profesionales lo notamos los y las usuarias de la sanidad pública, y de de forma muy descarnada los y las vecinas del barrio de Abrantes, en Carabanchel el Centro de Salud de Abrantes. Este centro de salud que atiende un área con una población de 30.000 personas tenía en febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia, 16 facultativos de familia. Ahora no llega a tener 10 -su número puede variar según los días si hay bajas.

Por eso un jueves más llamamos al vecindario a movilizarse y participar en las protestas, no queremos que se normalicen su desmantelamiento, que demos por buenos los recortes, que nos acostumbremos y aceptemos una situación de maltrato que para miles de madrileños y madrileñas deja nuestro derecho a la salud en papel mojado.

Pero la reivindicación y defensa del derecho a la salud no sólo se hacen con protestas, también se puede hacer con alegría. El sábado 22 de octubre, a partir de las 18:00, la plataforma de organizaciones sociales y vecinales del barrio, Carabanchel X la Sanidad Pública organiza una concentración y acto lúdico en la plaza de Oporto. Actuarán la cantautora Alicia Rios, un grupo de música andina y la rapera Lau Kosta, todas artistas del barrio.

Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!