Redacción •  Actualidad •  21/02/2024

Casi 60 organizaciones exigen la retirada de la lista de Proyectos de Interés Común: “Su aprobación agravará la crisis climática”

  • Organizaciones a nivel europeo y estatal exigen una lista de proyectos de interés común (PCI) y de Interés Mutuo (PMI) “acorde con los objetivos climáticos y nuestro verdadero interés común”.
  • La red Gas No Es Solución, de la que forma parte Ecologistas en Acción, critica que el modelo exportador de hidrógeno basado en grandes infraestructuras como el H2MED puede poner en riesgo la transición energética justa del Estado español.
  • Reclaman también que el gestor de la futura red de hidrógeno sea totalmente independiente y público, para evitar conflictos de intereses con las industrias fósiles.
Casi 60 organizaciones exigen la retirada de la lista de Proyectos de Interés Común: “Su aprobación agravará la crisis climática”

El proceso de aprobación definitiva de la sexta lista de Proyectos de Interés Común Europeo (PCI) y de Interés Mutuo (PMI) –en la que se incluyen proyectos transfronterizos para el transporte internacional de hidrógeno, como el H2MED y otros corredores de hidrógeno– sigue su curso. La lista fue publicada por la Comisión Europea el pasado 28 de noviembre y actualmente se encuentra en fase de votación en el Consejo y el Parlamento Europeo para su aprobación final.

Esta lista de proyectos no está pasando desapercibida y está levantando polémica tanto en el Estado español como a nivel europeo. Precisamente, el Partido Verde Europeo ha llegado a presentar una objeción integral que será votada en la próxima reunión de la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo (ITRE) que tendrá lugar el jueves 22 de febrero. Un paso previo de cara a la sesión plenaria de marzo.

Para apoyar esta objeción integral, la red Gas No Es Solución, de la que forma parte Ecologistas en Acción, se ha unido a otras 59 organizaciones a nivel europeo y estatal para “exigir una lista acorde con los objetivos climáticos y nuestro verdadero interés común”. Tal y como mencionan en una carta enviada al Parlamento Europeo ”La lista incluye un elevado número de proyectos problemáticos, en su mayoría propuestos por la industria de los combustibles fósiles, que corren el riesgo de disminuir la ambición y los esfuerzos existentes de reducción de emisiones, de socavar la tan necesaria y urgente transición justa y de convertirse en activos varados. La lista únicamente debería incluir proyectos cuya puesta en marcha vaya a contribuir a frenar la crisis climática”.

Según lo expuesto en la carta, en la lista PCI figuran proyectos de transporte de hidrógeno a gran escala que carecen de una evaluación adecuada del impacto medioambiental y climático, el suministro y el uso prioritario del hidrógeno, numerosos proyectos de transporte de CO2 y de Captura y Almacenamiento de Carbono a gran escala. Por último, dos gasoductos fósiles: el EastMed de Chipre y el Melita TransGas de Malta.

Las críticas de la red Gas No Es Solución se centran específicamente, en los proyectos relacionados con el transporte de hidrógeno en el ámbito geográfico español: el H2MED y la red troncal de hidrógeno. La red considera que son proyectos que “corren el riesgo de quedar sobredimensionados y de no responder a las necesidades de la transición energética”. Enagás los presentó en la lista PCI/PMI antes de realizar su «Call for Interest», un primer test de mercado que se realizó con el objetivo de llevar a cabo un análisis contrastado del potencial mercado del hidrógeno renovable en España para definir una propuesta adaptada de infraestructuras de la futura Red Troncal Española de Hidrógeno. El resultado de la «Call for Interest» se publicó el 31 de enero de 2024.

Ante el nombramiento de Enagás como gestor provisional de la red troncal de hidrógeno, las organizaciones consideran que “el gestor de la futura red de hidrógeno tendría que ser totalmente independiente –y a ser posible público o bajo control social–, para evitar cualquier conflicto de intereses con las industrias de combustibles fósiles en los procesos de modelización y planificación”.

“Nos preocupa que se base el desarrollo de las infraestructuras de transporte de hidrógeno en una burbuja de mercado y en los análisis y proyecciones de una empresa privada, tal y como se hizo con el sistema gasista, acabando con un sistema totalmente sobredimensionado a costa incrementar las facturas de los consumidores. Instamos al Gobierno de España a que haga una planificación y dimensionamiento adecuados, enfocada en las necesidades reales de la transición ecosocial en el Estado español”, reclaman desde Gas No Es Solución.

Con respecto a los impactos, la red expone que “se deben tener en cuenta los impactos colaterales de la producción masiva de hidrógeno para la exportación”. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) actualmente en revisión, contempla la instalación de 11 GW de electrolizadores que casi triplican la propuesta de la Hoja de Ruta del hidrógeno verde del gobierno de 2020. El escenario denominado como “base” por Enagás contempla la instalación de 13,4GW de electrolizadores, para producir 1,6 millones de toneladas de H2 en 2030, “en ese escenario estaríamos hablando de instalar aproximadamente entre 40 y 60 GW de energías renovables adicionales” según un análisis estimativo realizado por la red Gas No Es Solución.

Sin embargo, la red resalta que “son especialmente alarmantes los escenarios a 2030 y 2040, tanto el  “potencial máximo” como el llamado “Call for interest” por el impacto que podría tener el desarrollo de entre aproximadamente 70 GW y 300 GW adicionales de energía renovable, un orden de magnitud que superaría con creces los objetivos del PNIEC en revisión para 2030. Más, si cabe, sabiendo que ya se está produciendo una gran tensión en los territorios a la que no se está respondiendo de forma adecuada”.

Frente al modelo de grandes infraestructuras para la exportación de hidrógeno, desde la red plantean el análisis de un modelo de cercanía, en el que se primen las producciones ad hoc aprovechando los momentos de baja demanda eléctrica, para evitar altos vertidos de renovables en horas centrales del día y redes pequeñas que permitan favorecer el ecosistema industrial local. “No podemos replicar el modelo de grandes infraestructuras que nos ha llevado hasta aquí, para conseguir una transición energética justa y con una visión local, se debe superar la idea de la mera sustitución de fuentes de energía fósil para mantener un mismo nivel de producción y consumo”.

La carta puede leerse en castellano aquí y aquí en inglés.


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