Ecoloxistes n’Aición d’Asturies lamenta que se desproteja al lobo
- El Gobierno del Principado de Asturias opta por la desprotección del lobo. El consejero de Medio Rural y Política Agraria da muestras de desconocer los datos científicos sobre la especie al afirmar que el lobo en Asturias goza de un estado de conservación favorable.

Ecoloxistes n’Aición d’Asturies denunciamos las declaraciones en la Junta General del Principado de Asturias del consejero de Medio Rural y Política Agraria del Gobierno asturiano, Marcelino Marcos Líndez, donde ha afirmado que, si actualmente no se hacen controles poblacionales es porque la especie está incluida en el LESRPE. Preguntado por su intención de voto en el Congreso en relación a este tema, ha dicho “tenemos una posición contraria a la del Gobierno Central. Espero y deseo que, con toda la información que hemos aportado las distintas comunidades autónomas, a la vista de que no es lo mismo que las manadas estén por toda la superficie del país que que estén concentradas en algunas comunidades autónomas solamente, realmente se cambie el estatus de protección del lobo y que salga del LESRPE”. Además, en respuesta a la pregunta de la portavoz de Vox ha afirmado que el estado de conservación de la especie en Asturias es favorable y que tienen una postura clara y contundente sobre ello.
Consideramos que son unas declaraciones irresponsables, con el agravante de haber sido hechas por el encargado de velar por la conservación del patrimonio natural y la biodiversidad en el Principado de Asturias. Además pone de manifiesto la ignorancia del consejero, ya que parece desconocer que el estado de conservación de la especie es desfavorable en todo el territorio nacional. También parece ignorar el importante papel que juega el lobo en los ecosistemas y su papel como regulador natural.
El problema no radica únicamente en las decisiones políticas actuales, sino también en el mensaje que está enviando, ya que se anteponen los intereses económicos y electorales a la protección ambiental. Al rebajar la protección del lobo se abre la puerta a cuestionar y debilitar otras políticas ambientales, ignorando el valor de la naturaleza y su importancia para la supervivencia humana.
Según un reciente estudio llevado a cabo por WWF en relación a la gestión de las distintas comunidades autónomas para la coexistencia y conservación del lobo, Asturias resulta ser una de las peor valoradas. Un aspecto negativo importante es que las compensaciones no están ligadas a la adopción de medidas preventivas, además de las deficiencias en el propio programa de prevención. El conflicto está servido: tenemos una región con manadas de lobos en contacto con ganadería extensiva sin protección frente a los ataques. Tampoco persigue de forma eficiente el furtivismo ni identifica los casos dudosos. El Gobierno del Principado ha recibido mucho dinero del Gobierno central para el cumplimiento de la Estrategia para la conservación y gestión del lobo y su convivencia con las actividades del medio rural, pero no ha implementado las medidas para compatibilizar la ganadería y la conservación de la especie.
La depredación del ganado por parte del lobo es un problema menor en comparación con problemas estructurales que tiene el sector, como la falta de relevo generacional, la presión de los mercados globales o el abandono del medio rural.
La evidencia científica demuestra que la caza del lobo no reduce significativamente la depredación de ganado, sino que lo agrava. La solución no pasa por volver a modelos basados en la caza, sino en reforzar las medidas de vigilancia, endurecer las sanciones contra el furtivismo y promover herramientas no letales que favorezcan la convivencia del lobo y la ganadería extensiva.
Con la inclusión del lobo en el LESRPE se apostó por primera vez por la coexistencia del lobo y la ganadería extensiva, con una importante línea de financiación para ello. Hoy tenemos que lamentar la vuelta a los tiempos oscuros en que la escopeta es la herramienta utilizada para este fin, medida ineficaz ya que está demostrado que es contraproducente y genera más ataques al ganado.
Esta iniciativa carece de base científica y técnica sólida, omitiendo el procedimiento reglamentario establecido para la revisión del LESRPE. Exigimos el respeto a los marcos normativos de conservación y que se haga uso de la evidencia científica en la toma de decisiones.