Ecologistas en Acción: «La participación ciudadana frente a la emergencia climática se debe impulsar con más y mejores herramientas»
- La organización ecologista plantea que la Asamblea Ciudadana para el Clima organizada por el MITECO está muy lejos de lo necesario para garantizar una adecuada representación y participación.
El domingo 22 de mayo se celebra la última sesión de la primera Asamblea Ciudadana para el Clima (ACC) organizada por el Gobierno de España. Reuniendo a 100 personas seleccionadas por sorteo representativo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha organizado el proceso, de manera virtual, como «un foro de participación ciudadana, un ejercicio participativo deliberativo para generar reflexión, conocimiento colectivo». La finalidad de la ACC ha sido generar un diálogo social sobre las grandes cuestiones que implica la transición ecológica en torno a la siguiente pregunta: “Una España más segura y justa ante el cambio climático. ¿Cómo lo hacemos?». Para este fin, guiado por un panel de coordinación, un grupo de expertas y expertos independientes y un equipo de personas facilitadoras, el proceso aprobará el 22 de mayo las recomendaciones para «las grandes transformaciones que es necesario acometer para alcanzar la neutralidad climática antes del año 2050 y para hacer un país más resiliente a los impactos del cambio climático, todo ello de una manera justa y solidaria».
Ante la conclusión de los trabajos de la Asamblea Ciudadana por el Clima, diversas organizaciones ecologistas y sociales exigen que esta experiencia sea el punto de partida para una mayor y mejor participación ciudadana frente al estado de emergencia climática que el gobierno declaró el 21/01/2020, como hicieron más países europeos. Por eso piden que en el caso de más ediciones en el futuro se mejore su funcionamiento tal y como recomienda el reciente informe ‘Más participación ciudadana’ del Consejo de Europa. El responsable del informe, el ex primer ministro de Grecia Yorgos Papandreou, afirma que “las futuras asambleas ciudadanas tendrán que ir más allá para abordar los factores sistémicos subyacentes de la emergencia climática” e insta a los gobiernos a que “den poder a las recomendaciones y propuestas de las asambleas ciudadanas”.
España ha sido el tercer país en organizar un proceso de asamblea ciudadana climática en Europa, tras Reino Unido y Francia en 2020 y 2021, que las realizaron a raíz de movilizaciones masivas. Sin embargo, el actual proceso, que no parte de objetivos ambiciosos de descarbonización predefinidos y que tampoco ha tenido amplia difusión mediática, solo debe interpretarse como una prueba que sirve para preparar una verdadera participación de la ciudadanía.
Para Ecologistas en Acción este proceso está muy lejos de lo necesario para garantizar una adecuada representación y participación ciudadana. Una participación que no debe darse solamente con estos mecanismos de representatividad en un marco estatal, sino que debe darse en múltiples niveles y escalas, estableciendo mecanismos de cumplimiento y control. Para la organización unas adecuadas asambleas ciudadanas, si bien son de ayuda, no solventan la necesidad de abordar a través de otros muchos mecanismos de participación directa la necesidad de un cambio de sistema basado en la justicia climática y social.
Según el último barómetro del CIS, un 90 % de la ciudadanía se declara altamente preocupada por la crisis climática. Una encuesta muestra que el 78 % de las personas quieren poder participar directamente en la acción climática pública y mitigar la crisis con medidas de transformación profunda. Ecologistas en Acción quiere aprovechar esta fecha para trasladar a la sociedad su firme compromiso colectivo con la participación ciudadana. Haciendo balance colectivo de esta ACC y de otros instrumentos, el colectivo ecologista considera que hasta ahora no se ha aprovechado toda la demostrada utilidad e importancia que tiene la participación ciudadana.
Varias organizaciones han apoyado las siguientes reivindicaciones para asentar y profundizar una verdadera participación ciudadana en la sociedad española:
- Que el Gobierno tenga en cuenta y aplique las conclusiones de la ACC.
- Que este sea el inicio de un proceso, y que por lo tanto se hagan más asambleas en el futuro, tanto a nivel estatal (comenzando con una segunda edición, tal y como fija la ley de cambio climático), como a nivel subestatal (autonómicas, provinciales, municipales), así como asambleas temáticas sectoriales (para que se pueda profundizar más en medidas concretas).
- La cuestión de la participación real en la toma de decisión debe ser regulada por las instituciones organizadoras de manera clara y eficiente para que las asambleas sean una herramienta de cogobernanza climática y transformación profunda.
- Piden que las siguientes convocatorias cumplan con las buenas prácticas definidas en el informe de referencia de la OCDE, ‘Catching the Deliberative Wave’, e integren mejoras necesarias, siguiendo las recomendaciones expertas, como por ejemplo:
- Darle una visibilidad plena ante el resto de la sociedad. Cabe destacar la falta de protagonismo de la ACC frente a sus homólogas europeas. Pese a sus fallas, las experiencias francesa o británica sirvieron de catapulta mediática a una conversación sobre la crisis climática y sus soluciones que, además de generar un nuevo canal de contacto entre ciudadanía, ciencia y militancia ecologista, ocupando el primer plano de la agenda pública.
- Objetivos concretos y ambiciosos acordes al consenso científico.
- Una participación amplia y abierta de la ciencia.
- Un formato presencial. A pesar de la pandemia, en otros países lograron celebrarlas sobre el terreno. La presencialidad es una clave del éxito del proceso.
- Capacidad para designar portavocías y convocar a personas expertas de forma autónoma.
- Crear mecanismos que faciliten la más amplia difusión entre las personas participantes en la asamblea y el resto de la sociedad, para crear un enriquecimiento mutuo.
- Asegurar un funcionamiento más transparente, por ejemplo haciendo públicos documentos de trabajo y los debates.
Ecologistas en Acción subraya su compromiso con los instrumentos encaminados a alcanzar una democracia y participación directa de toda la ciudadanía en la toma de decisiones tan fundamentales como las que atañen a la emergencia climática. La transformación necesaria para un mundo más justo en lo social y lo ambiental debe de darse a todos los niveles. Entre ellos, los entornos cercanos como los municipios, razón por la que hace un par de meses publicó dos guías de activismo municipalista frente a la emergencia climática, para avanzar en esa democracia directa en el cuidado del planeta.
España todavía tiene que aumentar sus compromisos climáticos, tanto de mitigación (desde el insuficiente objetivo actual de reducción de emisiones del 23 % para 2030) como de financiación de la adaptación y de las pérdidas y daños, si quiere cumplir con los objetivos marcados en el Acuerdo de París. También tiene que mejorar mucho la participación ciudadana en la acción climática en un contexto geopolítico de guerra que fragiliza las democracias y su capacidad de acción climática.
Las organizaciones y movimientos sociales diversos que promueven una mayor participación ciudadana frente a la emergencia climática celebrarán un encuentro el domingo 22 a las 11:30 en el Parque de Ríos Rosas de Madrid.