Unai Sordo: “La precariedad mata, también, por las enfermedades que contraemos trabajando o por las condiciones laborales”

El estudio de CCOO, ISTAS y la UAB, en su segunda edición, nos permite disponer de una radiografía de cómo están evolucionando las condiciones de trabajo en nuestro país y cómo siguen afectando a la salud de las personas trabajadoras. En este caso, el número de participantes de la encuesta ha sido de 25.100, una cuantía superior a la encuesta del año 2020 que inauguraba la serie.

Los datos muestran con claridad que la precariedad mata. Ocurre en los accidentes laborales que padecemos todos los días, pero también en las enfermedades que contraemos en el trabajo o por estar trabajando en condiciones de precariedad. Lo resumía perfectamente la investigadora Clara Llorens, que ha participado en el estudio presentado. En su opinión, «la alta tensión laboral aumenta 34% la cardiopatía coronaria y 82% la ansiedad y depresión. Es un grave problema de salud pública. Hay que cambiar la gestión laboral para reducir estos riesgos».

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Segunda edición de la encuesta sobre ‘Condiciones de Trabajo, Seguridad y Salud’ (#COTS2) entre la población asalariada residente en España. @SaludLab_CCOO @ISTASCCOO @POWAHUAB @fundacion1mayo
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— COMISIONES OBRERAS #ActuarParaAvanzar (@CCOO) July 20, 2021

¿Qué está pasando con la salud de las plantillas en España? Para Albert Navarro, otro de los expertos que participó en la confección del estudio, tras un año de pandemia, “más de la mitad de los y las asalariadas perciben un empeoramiento en su estado de salud. Sigue aumentando el riesgo de tener problemas de salud mental, superando el 60%”

Y es que cuando desde CCOO reclamamos un incremento del salario mínimo interprofesional, una mejora salarial en el convenio, la derogación de la reforma laboral, o un cambio drástico en la tipología de contratos o el impulso de las políticas preventivas, “no hablamos de dinero, sino de salud y de vidas humanas. Estamos hablando de condiciones de trabajo que determinan las condiciones vida de la población”, resumía Unai Sordo en la presentación del informe tras agradecer a las personas e instituciones el trabajo que ha hecho posible la segunda encuesta COTS.

Las personas trabajadoras siguen yendo al trabajo con síntomas derivado de la inseguridad. Los datos son abrumadores y alarmantes: prácticamente 1 de cada dos trabajadoras y trabajadores encuestados teme no encontrar un trabajo si pierde el actual. También que le cambien el horario, las tareas, el salario o el lugar de trabajo. Y algo más del 40% temen perder el trabajo. “Pero los trabajadores y trabajadoras con salarios más vulnerables alcanzan porcentajes realmente estremecedores, entre el 55% de las personas que tienen miedo a perder el trabajo, un 84% temen no encontrar otra ocupación”, según apuntaba Unai Sordo.

Otro dato que ratifica la precaria situación de la población asalariada es la alta tensión, es decir, se tiene más trabajo del que se puede hacer en la jornada laboral estipulada. Además, de ese modo, se tienen escasas posibilidades de aplicar las habilidades y conocimientos que se tienen, y poca influencia y control en las tareas que se realizan. “Esto no solo conlleva aumentos de jornada y de las horas trabajadas que no se pagan, sobre todo provoca fraude en los contratos a tiempo parcial, y efectos muy nocivo sobre la salud: cardiopatías, infartos cerebrales, enfermedad mental”, según denunció Unai Sordo. Y es que en España la cualificación de las personas está por encima de la requerida en muchos puestos de trabajo, tal y como explicó el secretario general de CCOO. “Muy al contrario de la explicación que ofrecen las organizaciones empresariales cuando dicen no encontrar trabajadores y trabajadoras en el mercado de trabajo”, denunció Unai Sordo.

El secretario general de CCOO quiso subrayar el caso de las afectaciones para la salud mental de las personas trabajadoras. En su opinión, es muy relevante la mala situación mental de las personas jóvenes, «y del 74% de las personas que cobran hoy bajos salarios en el mercado de trabajo”.

Por su parte, el vicerrector de la Universitat Autònoma de Barcelona, Josep Vendrell, defendió la necesidad de transferencia de conocimientos de la universidad a la sociedad: “Desde la colaboración público-privada con empresas, pero también con organizaciones sociales. Todo ello, con la finalidad de crear valor añadido que sumar al conocimiento de la sociedad y poner encima de la mesa respuestas sociales y políticas a problemas como la actual pandemia de la COVID-19”.

La exposición del estudio a partir de la encuesta evidenció que la pandemia nos ha demostrado que la sociedad camina gracias a millones de trabajadores y trabajadoras que realizan sus tareas desde puestos de trabajo mal pagados, inseguros y en malas condiciones laborales.