El Ayuntamiento de Sevilla mantendrá un encuentro este lunes para evaluar y actuar contra los apagones tras la protesta de Barrios Hartos

El pasado viernes, los vecinos y vecinas de barrios obreros de Sevilla se reunieron de manera pacífica en el edificio del Distrito Cerro-Amate con la intención de entregar de forma conjunta reclamaciones y protestas por escrito y exigir al Ayuntamiento de Sevilla la puesta en marcha inmediata de medidas para afrontar la crisis que suponen los continuos apagones coincidiendo con el alza de las temperaturas y las insoportables olas de calor que sufren los barrios obreros desde hace años.

Esta acción totalmente pacífica fue cubierta por numerosos medios de prensa, radio y televisión, sin que se registrase ningún tipo de altercado ni disturbio en el edificio del Distrito.

Mientras algunos vecinos permanecían en el exterior del edificio otros entraron para entregar los escritos con reclamaciones y denuncias de los vecinos y también solicitar el establecimiento de una Comisión de Emergencia Energética de carácter ejecutivo, en la que se involucren las tres administraciones (local, autonómica y central) y afectados.

Los representantes del Ayuntamiento una vez personados (José Luis García, José Lugo, concejal de Barrios Preferentes y delegado del distrito Cerro-Amate, respectivamente) asumieron que estamos ante una situación de emergencia, que exige por tanto medidas de emergencia. Se acordó la creación de la demandada Comisión de Emergencia. Aceptaron incluso que se haga una primera reunión esa misma tarde, comprometiéndose a convocar a las otras dos administraciones. Sin duda esto es un logro de la movilización vecinal. Sin embargo, la citada reunión fue abortada tras la innecesaria y desmesurada intervención policial, que terminó con la detención de uno de los portavoces vecinales.

Desde un primer momento acudieron gran cantidad de agentes de policía municipal y nacional. Este excesivo despliegue policial imposibilita el acceso a los ciudadanos que venían a hacer sus gestiones al Distrito, algo que en ningún momento hicieron los miembros de Barrios Hartos. Durante toda la mañana se rumorea que la Policía Nacional pretende detener a un compañero, sin contar motivo alguno. Desde luego las varias decenas de policías municipales y nacionales allí presentes invitaban a presentir algo desagradable.

Mientras se realizaban las gestiones referidas, y una vez los medios fueron obligados a retirarse, algunos uniformados proceden a la detención de Juan, uno de los portavoces de Barrios Hartos, en el interior del edificio, so pretexto de un allanamiento de “espacio público”. La detención se ejecuta a través de una salida de emergencia, ocultándose de los vecinos allí presentes, con la excusa de la verificación de los datos de identificación.

Los representantes del Ayuntamiento aseguraron que no habían avisado a la policía ni solicitado su entrada en el edificio. No se entiende entonces el aparatoso dispositivo policial (hasta 5 furgones de policial nacional y 2 de efectivos municipales) desplegado dentro de las dependencias de titularidad municipal.

A media tarde el compañero fue puesto en libertad aunque con cargos, pendiente de juicio tras su paso por los calabozos.

Denunciamos este hecho como un suceso gravísimo que sólo busca atemorizar a los vecinos que se movilizan, al tiempo que criminaliza los movimientos sociales que luchan en defensa de sus derechos y contra la precariedad imperante.

En cualquier caso, la movilización de Barrios Hartos continúa sin desfallecimiento y con una mayor indignación vecinal.

La reunión prevista para el viernes por la tarde de la Comisión de Emergencia Energética, finalmente tendrá lugar el próximo lunes entre los afectados y las tres administraciones involucradas, de la que los vecinos esperan la movilización de los recursos necesarios para afrontar la crisis humanitaria que supone esta situación para miles de familias.