Los ruidos del tren, una pesadilla para la vecindad de Retiro que vive próxima a las vías
El 22 de diciembre de 2015 Adif adjudicó un proyecto para levantar dos pantallas acústicas, algo que aún no se ha realizado. El vecindario, que no se explica la lentitud y pasividad de la empresa pública, decidió hace unos días iniciar movilizaciones. Como primeras acciones, solicitará reuniones con responsables de Adif, el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento y la Junta de Distrito de Retiro. Numerosas viviendas y la Escuela Infantil Las Nubes deben soportar a diario graves molestias por ruido
Los ruidos del tren, una pesadilla para la vecindad de Retiro que vive próxima a las vías
“Es como tener al tren en el salón de tu casa”. De esta manera resumen los residentes de las calles Comercio, Téllez, Cocheras y Cerro de la Plata, próximas a la estación de Atocha, la situación que viven desde hace décadas como consecuencia del ruido procedente del paso del ferrocarril y que han denunciado en reiteradas ocasiones ante RENFE, Adif y el Ayuntamiento de Madrid desde al menos 2006. No se trata de una percepción subjetiva y exagerada. El Consistorio, tras realizar la pasada Semana Santa mediciones en una de las viviendas, ha certificado unos niveles sonoros superiores a los permitidos por la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT) en horario nocturno y justo por debajo del límite permitido en los horarios diurnos.
Adif, responsable de las infraestructuras ferroviarias del Estado, es plenamente consciente de este problema, y el 22 de diciembre de 2015 adjudicó un proyecto para levantar dos pantallas acústicas en la calle Cerro de la Plata. En el verano de este año, técnicos enviados por la compañía realizaron una serie de catas en los terrenos que supuestamente albergarán las pantallas, pero aún no han comenzado las obras. Y en el caso de las calles Comercio, Téllez y Cocheras todavía no ha hecho pública la intención de adoptar algún tipo de medida, a pesar de contar con las viviendas que llevan más años expuestas al ruido en el distrito y con la Escuela Infantil Las Nubes, de propiedad municipal, teniendo que resaltar que las actividades educativas gozan de una especial protección acústica.
Los habitantes de esta zona del distrito de Retiro están hartos de esperar una solución que nunca acaba de materializarse. No se explican la pasividad de Adif. Por eso, el pasado miércoles, convocados por la Asociación Vecinal Los Pinos de Retiro Sur, decidieron en una asamblea iniciar movilizaciones para que la empresa pública tome medidas para eliminar la contaminación acústica. Aunque la entidad ciudadana ya ha dado traslado del problema por carta a la compañía, los vecinos quieren reunirse con sus responsables para que conozcan de primera mano su malestar. Por ello, acordaron solicitar un encuentro con estos, así como con representantes del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid y de la Junta Municipal de Retiro, a los cuales les pedirán que actualicen las mediciones de ruido y que velen por el cumplimiento de la citada OPCAT. En las reuniones, los afectados demandarán también información sobre el estado de renovación de los Mapas Estratégicos de Ruido y de los Planes de Acción exigidos por las legislaciones europea y española.
Aunque desde 2002 la Agencia Europea de Medio Ambiente recomienda que los niveles de ruido no superen los 55 dB por ser perjudiciales para la salud, el Consistorio de la capital sitúa el umbral 10 dB por encima de ese límite durante las horas del día. Respecto al horario nocturno, que va desde las 21:00 a las 7:00, siempre para zonas residenciales, la Unión Europea sugiere no sobrepasar los 50 dB, cuando la OPCAT marca 55 dB.
Médicos, científicos y otros expertos, así como organismos como la Organización Mundial de la Salud, la Comunidad Económica Europea y nuestro Consejo Superior de Investigaciones Científicas han concluido que la exposición prolongada al ruido tiene efectos muy perjudiciales para la salud. De hecho, la contaminación acústica puede provocar trastornos no solo psicológicos sino también fisiológicos, como la pérdida progresiva de la audición e incluso hipertensión y afecciones coronarias.