LTNEC, en respuesta a las palabras de Pablo Casado en defensa del pin parental: «hay padres que creen que sus hijos pueden ser sensibles a los toros»
Para para justificar las medidas tomadas por el gobierno de la Región de Murcia sobre la Educación afectivo-sexual con la imposición del denominado "pin parental", el líder del PP, Pablo Casado, afirmó que "en Murcia puede haber un taller de tauromaquia y hay padres que creen que sus hijos puedan ser sensibles a los toros. Hay padres que no quieren que les eduquen en tauromaquia".
Queremos señalar que en nada es comparable la educación en igualdad y diversidad dentro del ámbito de los derechos humanos, que lo que busca es una convivencia social libre de violencia, y la tauromaquia, actividad extremadamente violenta, en la que se tortura y mata a un ser sintiente con el único objetivo del entretenimiento público.
Consideramos que, como líder de un partido político, el Sr. Casado debe, además, estar informado sobre el artículo 39, punto 4 de la Constitución Española que establece que “los niños gozarán de la protección prevista en acuerdos internacionales que velan por sus derechos.” Siendo el Comité de los Derechos del Niño la máxima autoridad mundial en este terreno, nos preguntamos por qué este señor ignora este artículo de la Constitución. Desde La Tortura No Es Cultura le invitamos a que defienda este artículo de la Constitución con la misma pasión con la que defiende el resto de artículos de la Carta Magna, pues no quisiéramos pensar que lo hace por anteponer el negocio taurino o el gusto supuestamente cultural de unos pocos al interés superior del menor.
Dicho esto, y tomando en consideración que nuestra organización agrupan a un amplio colectivo de 47 organizaciones de protección animal, que trabaja desde la premisa del reconocimiento legal de los Derechos de los Animales a una vida y una muerte dignas, tendemos la mano al Sr. Pablo Casado para explicarle cuáles son los estudios cientificos en los que basamos nuestras propuestas, tanto de eliminación de la tauromaquia, como de atención a la infancia, como colectivo vulnerable en nuestra sociedad.