Entidades agrarias piden extremar las medidas de control ante la llegada a España del ébola del olivar
La parlamentaria de Podemos Andalucía, María García Bueno, ha mantenido encuentros con las organizaciones COAG, UPA y Fundación Savia para abordar la posible entrada de la bacteria Xylella Fastidiosa.
Implantar el pasaporte biofitosanitario, abrir tres laboratorios para test rápidos y crear un grupo permanente con el sector, medidas solicitadas por las entidades.
El grupo Podemos Andalucía solicitará en la Comisión de Agricultura del Parlamento de Andalucía la adopción de medidas extraordinarias de control y vigilancia ante la llegada de la bacteria xylella fastidiosa -más conocida como ébola del olivar- a territorio español. Las propuestas resultan del consenso alcanzado con las entidades agrarias UPA, COAG y Fundación Savia, con las que ha mantenido encuentros bilaterales la portavoz de Agricultura de Podemos, María García Bueno.
De este modo, y tras el consenso alcanzado con las entidades, Podemos Andalucía solicitará la implementación de tres medidas prioritarias: en primer lugar, la creación de un grupo permanente que aglutine a los representantes del sector para agilizar cualquier acción ante el caso de la xylella fastidiosa o de cualquier otro asunto de urgencia para la agricultura andaluza; en segundo lugar, el incremento del presupuesto destinado a prevención y control de esta enfermedad, lo que implicaría la contratación de más recursos humanos y la creación de tres laboratorios de test rápidos en Andalucía -como los existentes en Francia- que permitan detectar rápidamente la presencia de la bacteria en las plantas analizadas; y, finalmente, la implantación de un pasaporte biofitosanitario asociado a las plantas que permita conocer su procedencia y estado ante cualquier desplazamiento geográfico de las mismas (principal motivo de acceso de la bacteria a otros territorios). Este riesgo se incrementa además, por la existencia de tráfico no controlado de plantas asociado al turismo.
La xylella fastidiosa es, según científicos del CSIC, una de las amenazas fitosanitarias más potentes a las que se puede enfrentar Europa dado que afecta a cultivos estratégicos como el olivar, la vid, los cítricos, así como ornamentales o forestales. En este sentido, su llegada a territorio andaluz no sólo supondría un fuerte impacto sobre la economía de base agrícola, sino que pondría en serio peligro el patrimonio oleícola andaluz y la forma de vida en el medio rural. Por ello, las entidades agrarias también han solicitado reforzar las campañas de información y concienciación tanto para el sector agrícola como para la ciudadanía en general, al tiempo que han advertido que algunas de ellas ni tan siquiera han recibido los dípticos editados por los organismos oficiales.