Denuncian abuso de autoridad en el Centro de Acogida «Caracolas» (Madrid)
El pasado 12 de febrero trabajadores de Intervención social en un centro del Ayuntamiento de Madrid para personas demandantes de asilo sufrieron una agresión a manos de la policía municipal.
Comunicado Sindicato de Oficios Varios de CGT de Madrid
Desde la sección sindical de Asispa en nuestro sindicato quieren dar a conocer la situación de abuso de autoridad que sufrieron las personas demandantes de asilo que están viviendo en los barracones del Centro de Emergencias «Caracolas» así como las trabajadoras del servicio de asistencia social que les ayudan;
En la noche del 12 de febrero de 2021 se vivieron momentos de mucha tensión en el Servicio de Emergencia Temporal «Caracolas»1, ya que la actuación de los trabajadores del SAMUR y de la Policía Municipal fue bastante nefasta y humillante. No trataron de manera humana a dos de los chicos del centro, les faltaron al respeto, llegando incluso, un trabajador de SAMUR a amenazar a uno de ellos, diciendo que al final le iba a propinar una bofetada si no se calmaba y que le iban a atar… Además, uno de los médicos de SAMUR se negó a atender al otro chico, con evidente lesión en la mano y varios cortes, con posibilidad de haberse roto algún hueso. Por otro lado, un policía municipal agredió a uno de estos chicos, por el simple hecho de estar abrazando a su amigo, diciendo que no quería separase de él, éste le cogió por la fuerza junto con su compañero, se lo llevaron a empujones y de muy malas formas; cuando una compañera fue a hablar con el chico y pedirle que se calmara y tranquilizarle, este mismo policía empujó a nuestra compañera sin mediar palabra haciéndonos sentir desprotegidos con su presencia y muy vulnerables frente a este abuso de poder y de fuerza.
Sin la presencia policial, hubiéramos gestionado la situación de manera más eficiente y sin violencia. Por lo tanto, nos sentimos bastante disgustados por la actuación tanto del SAMUR como de la Policía Municipal y vemos que nuestro trabajo ha sido pisoteado, juzgado y cuestionado por estas personas imponiendo su fuerza y su poder, alegando que era necesario el uso de la violencia… reflexión que no compartimos. No es la primera vez que vivimos este tipo de situaciones de humillación y deshumanización por parte de la policía.
Mientras agredían a este chico, los policías nos gritaban que no entendían porqué les dejábamos tanto tiempo para tranquilizarse y aceptar la ayuda del SAMUR, que tendrían que haberse ido al momento de valorarles con la ambulancia, sin tan siquiera dejar un espacio para que calmasen. Nosotrxs realizamos nuestras tareas como proceden y trabajamos la paciencia para cualquier situación, en este caso era necesaria más nuestra actuación que la intervención policial. Los chicos no hicieron nada a nadie, lo malo que pudieron hacer fue hacia ellos mismos, no faltaron el respeto a nadie, ni a la «autoridad», ni al personal de SAMUR, por lo que no tenía sentido la mala actuación de ambos servicios.
Ante este tipo de actuaciones hemos podido comprobar que la presencia policial agrava mucho las intervenciones, ya que crean una situación de inseguridad, vulnerabilidad y tensión.