El pueblo grita y el “burro de Pero Palo” rebuzna de miedo: PACMA documenta el controvertido carnaval cacereño
El Partido Animalista PACMA sigue documentando fiestas crueles con animales a lo largo de toda España.
Cáceres, 22 de febrero de 2023 – Nuestro país esconde un triste arsenal de tradiciones en las que se utilizan toros, caballos, cabras, diferentes tipos de aves e incluso burros para divertir a los pueblos y mantener vivas historias que comenzaron a escribirse cuando las leyes de protección animal no eran, siquiera, una posibilidad. En esta ocasión, el burro de Pero Palo, celebrado este martes en Villanueva de la Vera (Cáceres), ha sido el protagonista de la última polémica en las redes sociales de la formación política animalista.
El burro de Pero Palo es una fiesta de Interés Turístico Regional y tiene un origen desconocido, aunque muy antiguo. Vecinos y vecinas disfrazados con ropajes de época llevan a cabo el juicio popular de un acusado que camina a lomos del burro, con la cara tapada con un saco y haciendo recorrido por varias calles del pueblo.
El problema con el animal, explica PACMA, es el “estrés al que es sometido”. La fiesta consiste en rodear y abuchear al acusado a lo largo de las tortuosas calles del pueblo, de forma que “el animal siempre está en medio del bullicio”, apuntan.
En las imágenes documentadas por el Partido Animalista se escucha al burro rebuznar agitado mientras algunos asistentes intentan calmarlo. Para la formación política, resulta “innecesario” someterle a estas condiciones y producirle ansiedad cuando podría utilizarse, esgrimen, “un vehículo a motor o un muñeco aprovechando la tecnología que tenemos en el siglo XXI”.
Esta fiesta es controvertida desde que la sensibilidad por los animales comenzó a florecer, y más desde que las imágenes y vídeos comenzaron a circular por internet llegando al conocimiento de las entidades de protección animal y los activistas. Tanto es así, que en 2022 fue admitida a trámite una denuncia interpuesta por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) que actualmente sigue en curso a pesar de las negativas del alcalde del pueblo, que argumenta que un veterinario acompaña al animal durante el festejo y lo examina posteriormente.
A este respecto, desde PACMA lamentan que solo se tenga en cuenta el sufrimiento físico a la hora de evaluar el bienestar de un animal: “consideramos que el maltrato al que se somete al burro no es físico, como es el caso de los toros, sino psíquico”, apuntan. “Es triste que en este país no se ampare como una realidad el hecho de que los animales sometidos a condiciones ambientales estresantes pueden desarrollar cuadros de malestar posteriores, e incluso enfermedades psicosomáticas que pueden condicionar su calidad de vida”, concluyen.