Redacción •  Actualidad •  22/05/2024

Reclaman medidas para asegurar la coexistencia de las especies silvestres y las actividades humanas

  • Ecoloxistes n’Aición d’Asturies reclama al Gobierno del Principado de Asturias medidas para asegurar la coexistencia de las especies silvestres y las actividades humanas para preservar un patrimonio que es de todas.

  • La pérdida de diversidad biológica compromete la propia supervivencia humana y la de numerosas especies, dibujando un futuro incierto.

Reclaman medidas para asegurar la coexistencia de las especies silvestres y las actividades humanas

Cada 22 de mayo la celebración del Día Mundial de la Biodiversidad nos recuerda la importancia de los ecosistemas y las especies que los pueblan para el buen funcionamiento del planeta. Proteger y conservar esa riqueza natural es vital también para la supervivencia de nuestra especie.

La ONU decidió en el año 2000 dedicar un día a la biodiversidad en la fecha del aniversario de la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica, firmado en 1992, con el objetivo de incidir en la necesidad de cuidarla y preservarla para las generaciones futuras. El término biodiversidad hace referencia a la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos que viven en la Tierra (con sus variables genéticas), los diferentes ecosistemas, y las interacciones entre los distintos miembros y su entorno. Es una compleja red de relaciones que hoy se encuentra amenazada y que está provocando que haya en el mundo más de un millón de especies en peligro de extinción.

Los bosques, amenazados actualmente por la deforestación, albergan el 80% de las especies conocidas, por lo que son vitales para sustentar la vida siendo además clave en la lucha contra el cambio climático.

Desde Ecoloxistes n’Aición d’Asturies queremos destacar que “nuestro paraíso natural está en riesgo debido a diversos factores, entre los que destacan los cambios de uso del suelo, la fragmentación de los hábitats, la contaminación ambiental, la llegada de especies invasoras, la masificación turística en los espacios naturales y el cambio climático como factor de estrés sobre los ecosistemas”. Por si esto fuera poco, hemos de añadir la acción directa de la mano del hombre sobre la eliminación de ejemplares de especies silvestres, bien con el argumento de controlar sus poblaciones o como explotación de la pesca o cinegética. 

Un ejemplo claro es la situación del urogallo cantábrico, que fue llevado a una situación crítica por la presión de la caza y que a pesar de la prohibición de la misma, sigue perdiendo población debido a la degradación de su hábitat y al aislamiento de los núcleos de población. También algunas actividades humanas en su territorio (caza, pruebas deportivas…) perturban la tranquilidad que estas aves necesitan para reproducirse.

Los cormoranes y las nutrias parecen ser los culpables del colapso de las pesquerías de angulas y salmones. En el caso del salmón, la pesca deportiva selecciona la captura de los mejores ejemplares, aquellos que se van a reproducir. Pese al declive de las capturas tras décadas de explotación masiva hasta la casi desaparición de muchas de nuestras cuencas, no se han tomado las medidas que permitan la recuperación de la especie. Las múltiples barreras que tienen que salvar para llegar a la cabecera para reproducirse junto con la sobreexplotación pesquera comprometen seriamente la permanencia del salmón en nuestros ríos. El panorama que se dibuja para la anguila es más desolador: el declive es tan severo que la anguila europea se considera una especie en peligro crítico de extinción, el grado previo a la extinción, a pesar de lo cual se sigue permitiendo la pesca y se organizan festivales gastronómicos. La pesquería comercial de la angula se mantiene debido a los altos precios que alcanza debido precisamente a su escasez. 

Lobos y osos son vistos en muchas ocasiones, más que como una parte esencial del ecosistema, como un obstáculo para el mantenimiento de la ganadería o, lo que es peor, como una alimaña peligrosa para el ser humano. Incluso se han oído quejas de las águilas reales haciéndolas responsables de la desaparición de cabritos y pidiendo medidas de control (el águila real está en la Lista Roja de las Aves de España). El tejón está en el punto de mira como posible transmisor de la tuberculosis bovina, por lo que se establecen controles poblacionales sin una evaluación clara de la situación. La lista de especies cinegéticas que requerirían de una protección estricta es muy larga.

En Asturies un grave problema de conservación son los recurrentes incendios forestales, que degradan el suelo y suponen una enorme pérdida de biodiversidad . Recientemente se perdió una oportunidad única para desincentivar la quema de los montes, ya que en la reforma de la Ley de Montes aprobada la pasada semana no se incluyó el acotamiento al pastoreo en los terrenos incendiados reclamada por la organización ecologista junto con otros grupos.

La diversidad biológica es imprescindible para la propia supervivencia humana. La naturaleza constituye la fuente de sustento de las personas. Es tiempo de plantearnos nuestra relación con el entorno, entendiendo la conservación de nuestro patrimonio natural como imprescindible para asegurar un futuro saludable y no como un factor limitante.

Ecoloxistes n’Aición considera imprescindible que haya un compromiso político serio para conservar la naturaleza y que se adopten medidas contundentes que reviertan la actual crisis de biodiversidad.


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