EQUO apoya a los activistas de STOP Uranio amenazados por Berkeley en Salamanca
La empresa les exige 500.000 € por injurias y calumnias por su declaraciones oponiéndose a la mina de uranio. El partido verde EQUO se ha volcado en apoyo a los activistas salamanqueses de la Plataforma STOP Uranio, José Ramón Barrueco y Jesús Cruz, que hoy a las 10 deberán acudir a un acto de conciliación con la empresa Berkeley, que les exige 500.000 euros a cambio de no denunciarles por injurias y calumnias tras haberse opuesto a la apertura de una mina de uranio a cielo abierto de la empresa.
El portavoz de Stop Uranio y Concejal de EQUO, José Ramón Barrueco, y el activista y bloguero Jesús Cruz habían denunciado las consecuencias ambientales y los riesgos para la población que comportaría instalar una mina de estas características en los municipios de Retortillo y Villavieja de Yeltes (Salamanca). La empresa australiana Berkeley asegura haber perdido por ello ese medio millón de euros de beneficios que ahora les exige.
Juantxo López de Uralde, coportavoz federal de EQUO, ha asegurado que el apoyo de EQUO a los activistas es “absoluto” y ha calificado la actitud de la empresa como un “chantaje”. Según el líder del partido verde “es necesario proteger el derecho a la libertad de expresión y más cuando se trata de defender a las personas y al medio ambiente ante proyectos peligrosos”.
Los municipios de Retortillo y Villavieja de Yeltes se ubican cerca de la frontera con Portugal, país que también se ha opuesto a la que sería la única explotación a cielo abierto de uranio en toda Europa.
Desde EQUO y STOP Uranio denuncian que la mina formará un cráter de varias hectáreas de extensión y más de cien metros de profundidad, teniendo que arrancar para ello 25.000 árboles, especialmente encinas de lento crecimiento y desviar los cursos de agua. También denuncian que los residuos que tienen consideración de radioactivos de primera categoría por el CSN, serán almacenados en la mina de por vida. El coportavoz federal de EQUO denuncia que “es intolerable que haya empresas que con el beneplácito de algunos gobernantes pretendan apostar por proyectos temerarios que ponen en riesgo la salud de las personas, la habitabilidad de nuestros municipios o la pervivencia de nuestros espacios naturales, pero todavía es peor que se trate de amedrentar a quienes se atreven a denunciarlo”.
La mina se ubicaría ubicada a un kilómetro de un balneario y en medio de un bosque mediterráneo de gran valor ecológico y ambiental, declarado por dos directivas europeas como “Zona de Especial Protección para Aves” y “Lugar de Importancia Comunitaria”. No obstante, el proyecto ha recibido la declaración de impacto ambiental favorable de la Junta de Castilla y León, pero ha sido recurrida a Europa por situarse junto al río Yeltes, zona de especial conservación (ZEC) de la Red Natura 2000 en la comunidad. De hecho, la propia declaración de impacto ambiental recoge que el proyecto tiene “coincidencia con la zona de importancia para la cigüeña negra”.
“Además de injusto y peligroso, este proyecto es de dudosa legalidad. Y aunque nos amenacen, lo seguiremos diciendo” ha sentenciado López de Uralde. Según él, “es urgente cambiar de rumbo hacia las energías limpias para detener estos proyectos y que no se vuelva a producir esta situación. Esperamos hacerlo posible a partir del 26 de junio”.