Sí a la Tierra Viva llama a comprometerse a las formaciones políticas que han expresado su oposición a los proyectos de minería de tierras raras
Desde el colectivo piden a los partidos que firmen el manifiesto de la plataforma para que las promesas escuchadas en el debate celebrado el pasado 14 de junio en Valdepeñas "se hagan realidad", pues las cuatro fuerzas políticas invitadas (PP, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos) declararon "su oposición rotunda" a los planes extractivos de Quantum Minería S.L.
Para Sí a la Tierra Viva, «a pesar del regocijo» que producen las declaraciones de las distintas formaciones políticas, «lo cierto es que aún no ha habido acciones políticas para impedir la instalación de la prevista mina», mientras que sin embargo se han otorgado diez permisos de investigación en la provincia de Ciudad Real y se han iniciado los trámites para la apertura de la primera explotación.
La Plataforma recuerda que las comarcas afectadas «están dedicadas a la producción agrícola y ganadera, ofreciendo productos de calidad» y que además parte del área está incluída dentro de la Red Natura 2000, existiendo poblaciones de varias especies de vertebrados en peligro de extinción, habiendo además yacimientos arqueológicos y otros valores culturales «ya destacados por Cervantes».
Para la entidad, «todo esto quedaría gravemente vulnerado por una actividad económica de tan sólo diez años que crearía poco empleo a nivel local. Por otra parte «no puede aceptarse que se ponga a disposición de la empresa minera el agua del embalse de la Cabezuela, ni los riesgos de contaminación acústica, acuática y radioactiva».
Aunque así lo han reconocido todos las formaciones presentes en el debate, «aún no se ha dado la situación de que ningún partido haya firmado dicho manifiesto» -insisten desde Sí a la Tierra Viva-, lo que «sólo han hecho algunos alcaldes y políticos a título particular».
Por eso la Plataforma desea recordar a los representantes de las organizaciones políticas que su compromiso «ha de materializarse para no ser convertido en una falsa promesa lanzada ante un público deseoso de escucharla con la intención de ganar votos y ser olvidada pasadas las próximas elecciones».
Desde Sí a la Tierra Viva manifiestan que no desean «dejar en evidencia» ni oponerse a ninguno de los interlocutores que participaron en el debate, sino tan sólo asegurarse «que se escucha el clamor del pueblo contra la actividad minera y que se cumpla lo prometido«. Porque de lo contrario, «se caería en el descrédito y la desconfianza» hacia la clase política.
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