Casi 5 millones de personas en España no pueden pagarse una semana de vacaciones
Un estudio reciente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) revela que trabajadores y trabajadoras con salarios de miseria se encuentran entre los 35 millones de europeos más pobres que no pueden permitirse vacaciones en verano.
Aunque el acceso a las vacaciones haya aumentado en el transcurso del último decenio, la mayoría de las familias con bajos ingresos siguen excluidas. Globalmente, un 28% de los ciudadanos europeos no pueden pagarse una semana de vacaciones fuera de casa, porcentaje que alcanza al 59,5% de las personas cuyos ingresos están por debajo del umbral de riesgo de pobreza (60% del ingreso medio).
La peor situación se da en Grecia, donde el 88,9% de las personas en riesgo de pobreza no pueden permitirse vacaciones, seguida de Rumanía (86,8%), Croacia (84,7%), Chipre (79,2%) y Eslovaquia (76,1%).
En España este porcentaje alcanza al 62,8%, que supone 4,7 millones de personas, cifra solo superada por Italia, con 7 millones de personas. Siguen Alemania, con 4,3 millones y Francia, con 3,6 millones de personas que no pueden ir de vacaciones.
En este grupo se incluyen numerosos europeos y europeas cuyo salario es inferior al salario medio, están en desempleo o son pensionistas, pero también a millones de trabajadores con bajos salarios, especialmente los que perciben el salario mínimo legal. Estos salarios mínimos legales dejan a los trabajadores en riesgo de pobreza en al menos 16 Estados miembros de la UE y, según la Comisión Europea, 22 millones de trabajadoras y trabajadores ganan menos del 60% del salario medio.
El análisis de los datos de Eurostat realizado por la CES y el Instituto Sindical Europeo señala que la desigualdad en materia de vacaciones ha aumentado en 16 Estados miembros durante la última década entre aquellos con ingresos por debajo del 60% de la media y quienes perciben ingresos por encima de ese umbral.
Este estudio de la CES forma parte de la campaña de esta organización sindical –que agrupa a 90 sindicatos de 38 países europeos, entre ellos CCOO, y representa a 45 millones de trabajadoras y trabajadores– por fortalecer el proyecto de Directiva europea sobre salarios mínimos adecuados y negociación colectiva, que será examinado por el Parlamento Europeo después del verano.
La CES está trabajando con eurodiputados para introducir un “umbral de decencia” en la legislación, “garantizando que los salarios nunca sean tan bajos que dejen a los trabajadores en la pobreza y que la negociación colectiva sea un componente habitual en materia de empleo, para asegurar salarios realmente justos para todos”, como ha apuntado la secretaria general adjunta, Esther Lynch.