Protesta contra el cierre del centro de salud de Abrantes y en defensa de la Atención Primaria en Carabanchel

El pasado 15 de septiembre, tras un parón durante los meses más calurosos del verano, retomamos las protestas ante el centro de salud de Abrantes, en el carabanchelero barrio de Abrantes. Y la retomamos con fuerza ya que cerca de dos centenares de personas participaron en la manifestación, una asistencia que nos nada desdeñable si se tiene en cuenta que ese día se cumplen ya dos años desde que vecinas y vecinos empezaron su lucha en defensa de su centro de salud y de la sanidad pública.

En septiembre 2020 en la puerta del ambulatorio apareció un cartel indicando “No hay médicos ni de mañana ni de tarde”. Pero para la administración madrileña el centro seguía ‘abierto’. Pero el barrio no se dejó engañar: desde entonces, salvo un breve parón durante la Navidad y los meses tórridos del verano, cada jueves cientos de vecinos y vecinas nos hemos movilizado ante nuestro centro de atención primaria para exigir que este no se cerrara. Dos años de protestas que han permitido que este ambulatorio haya recuperado algunos facultativos y facultativas y actualmente tiene de forma más o menos regular -su número puede variar según los días- se ha quedado con sólo diez profesionales médic@s. Mejor eso que nada pero de todas formas se trata de un brutal recorte: este centro de salud que atiende un área con una población de 30.000 personas tenía en febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia, 16 facultativos de familia.

Dos años de protestas semanales que han servido -evidentemente con la ayuda y esfuerzo fundamental de los y las trabajadoras del centro, que han doblado o alargado turnos- para que en este verano este centro de salud, no dejara de haber facultativos y facultativas -5 de forma regular. No han tenido la misma suerte ambulatorios cercanos, como el de Puerta Bonita, que, en diferentes ocasiones a lo largo del verano colocó carteles en la entrada indicando que sólo se atendían urgencias, lo que en la práctica ha significado la interrupción de la atención médica.

Esto nos obliga a los y las vecinas a estar movilizados y mantener las protestas para defender la Atención Primaria, la base y primer nivel asistencial del sistema sanitario público. Y mantenemos estas protestas porque no queremos que se normalicen su desmantelamiento, que demos por buenos los recortes, que nos acostumbremos y aceptemos una situación de maltrato que para miles de madrileños y madrileñas deja nuestro derecho a la salud en papel mojado.

Para defender ahora nuestra sanidad pública hay que seguir con la movilización vecinal y popular.

Luchemos por una sanidad pública, universal y de calidad, no sólo para el barrio, sino para toda la Comunidad de Madrid. Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud. ¡No nos mires y únete! ¡Por ti, por el barrio!