Redacción •  Actualidad •  23/01/2018

EQUO pide al Gobierno andaluz que dé respuesta a las reivindicaciones de los vecinos de El Calabacino

La formación defiende la labor que han desarrollado los habitantes de la ecoaldea a favor de la recuperación del poblado y la implantación de un modo de vida sostenible y en armonía con los recursos naturales.

La parlamentaria y coportavoz andaluza de la formación, Carmen Molina, ha instado al Gobierno andaluz, mediante pregunta escrita, a responder en tiempo y forma a la propuesta aportada por la Asociación Raíces.

EQUO pide al Gobierno andaluz que dé respuesta a las reivindicaciones de los vecinos de El Calabacino

Que se ofrezca una solución dialogada a los vecinos de la aldea de El Calabacino (en Alájar, Huelva), que no pase por la intervención de la Fiscalía sino por un procedimiento administrativo que permita dar carácter de legalidad a un estilo de vida que ha contribuido a fijar la población al territorio y desarrollar un modo de vida sostenible y en armonía con los recursos naturales.

Eso es lo que propone EQUO, cuyas integrantes en Huelva han visitado la ecoaldea y mantienen un contacto directo con sus habitantes, y cuya coportavoz andaluza y diputada en el grupo parlamentario de Podemos Andalucía, Carmen Molina, ha llevado el tema hasta el Parlamento andaluz mediante el registro de una pregunta escrita. En la misma, Molina cuestiona a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio por la posibilidad de impulsar algún tipo de regulación urbanística que dé respuesta a situaciones similares a las de El Calabacino, Casas de Arriba y la Umbría, en relación al PGOU de Alájar, y además pregunta si se van a “estudiar, analizar y responder en tiempo y forma a la Propuesta de Desarrollo Especial para el municipio de Alájar que desde la Asociación Raíces se ha aportado”.

“En los últimos veinte años, esta aldea ha sufrido una auténtica transformación, puesto que se han recuperado viviendas que estaban a punto de desaparecer, y han recuperado las parcelas que en su día fueron pequeñas huertas de autoabastecimiento”, ha expuesto Carmen Molina. “Sus habitantes comparten una filosofía común, donde está muy presente la idea de la sostenibilidad de los recursos, la ecología, la relación con la tierra y el entorno social y la máxima autosuficiencia posible, participando con sus medios en la limpieza de los caminos rurales transitados por numerosos senderistas, e incluso han llegado a convertirse en el primer retén que han actuado contra conatos de incendios forestales. Por eso no entienden la deriva a la que se dirige la resolución de su existencia en el Paraje Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche”.

“Es cierto que se han podido presentar ciertos desajustes, debido principalmente a falta de comunicación y diálogo; pero también lo es que habitar en la aldea y desarrollar las actividades artesanas y de huerta para autoabastecimiento es perfectamente compatible con la protección que requiere un espacio protegido como el de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche”, ha señalado por su parte la coportavoz de EQUO en Huelva, Isabel Brito, que ha visitado recientemente la aldea y ha tenido la oportunidad de compartir impresiones con sus habitantes y de conocer sus historias de primera mano.

“Algunos de ellos llevan viviendo allí más de 25 años, y sus hijos han favorecido, por ejemplo, que se mantuviese el colegio en Alájar. Los materiales empleados en la rehabilitación y construcción no suponen un riesgo de incendios forestales -como así se dice en la acusación-, y las reformas no se han llevado a cabo con fines especulativos. Pareciera en este caso que la Junta de Andalucía concibe los parques naturales como un espacio donde el hombre no tiene cabida, cuando son zonas donde la actividad humana forma parte de los usos sostenibles que no pongan en peligro sus valores naturales”, insisten desde la formación, que lamenta que con las denuncias levantadas contra algunos de los habitantes de esta ecoaldea “se penaliza el retorno a la vida rural, cuando el problema que encaramos en estos tiempos es precisamente el despoblamiento de estas zonas”.

Estando en proceso de borrador el PGOU de Alájar, y a través de la participación ciudadana, se ha aportado una propuesta que facilita la adecuación de las normas reguladoras del Parque Natural y el municipio de Alájar a la realidad del territorio. “Creemos que hay cierta urgencia en dar una respuesta política a la propuesta de estas personas ante las serias imputaciones realizadas y el apoyo de la ciudadanía que ya han conseguido casi 20.000 firmas recogidas”, concluyen desde EQUO, que apuesta por apoyar iniciativas que supongan nuevos modos de vida sostenible y en armonía con los recursos naturales.


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