El JEMAD presenta su dimisión ante la ministra de Defensa por el escándalo de las vacunas

El Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Miguel Ángel Villarroya ha presentado su dimisión ante el ministerio de Defensa por el escándalo de las vacunas. Según ha comunicado Villarroya, su petición de cese se produce para «preservar la imagen de las Fuerzas Armadas», tras revelarse que él, junto a otros altos mandos miltares habían recibido una vacuna antes que personal sanitario que se encuentra en primera línea ante COVID-19, saltándose todos los protocolos establecidos en los planes de vacunación.

Esta semana, el diario digital ECD había revelado que varios miembros del alto mando del ejército habían recibido dosis de la vacunas antes que personal sanitario. Junto al JEMAD, el medio citaba a Fernando García González-Valerio, Jefe del Estado Mayor Conjunto; Francisco Braco Carbó, Comandante del Mando de Operaciones; Carlos Prada Larrea, Adjunto de apoyo del Jefe del Estado Mayor del Mando de Operaciones, y Francisco Javier Vidal Fernández, Adjunto para operaciones al Jefe del Estado Mayor del Mando de Operaciones.

Posteriormente, se reveló que otros altos mandos y figuras ligadas a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado próximos al mando militar, también habían recibido vacunas, antes que el personal sanitario del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid y el Hospital General de la Defensa de Zaragoza.

De hecho, la dimisión del JEMAD llega después de que el Ministerio de Interior tomase medidas expeditivas y cesase fulminantemente al Teniente Coronel de la Guardia Civil que ejercía de enlace con el Estado Mayor de Defensa. La decisión de Interior dejó con pocas opciones a Defensa y al ejército, ante la avalancha de críticas y protestas causadas por los acontecimientos.

El escándalo supone un salto al ejército de la polémica de trato de favor en la recepción de vacunas por parte de cargos institucionales. Miembros de gobiernos regionales y municipales de todo el estado y de varias fuerzas políticas.