La plataforma Orgullo Crítico Madrid convoca la manifestación del Orgullo Crítico para el 28 de junio

El pasado septiembre, tras el Orgullo Crítico 2016, y al considerar que el nombramiento de Madrid como capital para el desarrollo del WorldPride 2017 suponía una amenaza directa a nuestras identidades disidentes sexuales y/o de género, por la mercantilización y comercialización de estas y de nuestros derechos que un evento como este suponen, a algunas personas nos surgió la necesidad de continuar trabajando durante todo el curso para gestionar un Orgullo Crítico que sea más potente, inclusivo y plural que nunca.

De esta manera surge la Plataforma del Orgullo Crítico Madrid 2017, en la cual hemos consensuado algunas líneas rojas que nos definen como plataforma: anticapitalista, autogestionada, transfeminista, asamblearia, antirracista, horizontal, antiespecista, apartidista, anticolonialista, antifascista, anticlasista y anticapacitista. Además, se trata de un espacio no mixto en el que participamos personas que nos sentimos parte de alguna disidencia sexual y/o de género.

Uno de los objetivos que nos planteamos fue el de generar contenido político, para lo cual conformamos tres ejes temáticos de trabajo que abordaron cuestiones como el homonoacionalismo, el capitalismo rosa, la diversidad y las violencias. Cada uno de estos ejes, además de un tarbajo de investigación y debate interno, organizó actividades propias, como talleres, charlas-debates o encuentros.

Hace años que venimos denunciando la mercantilización del orgullo oficial de Madrid, o MADO, gestionado por un puñado de empresarios (AEGAL), y con el objetivo de llenarse los bolsillos de dinero rosa, desvistiéndolo de todo el contenido reivindicativo y revolucionario con el que nació, y transformándolo en un evento cada vez más elitista, destinado casi exclusivamente a hombres gays blancos, musculados, homonormativos y con pasta para pagar fortunas en sus fiestas, bares y barras que muchas veces usurpan el espacio público. Todo esto con la complicidad de las organizaciones LGTB vendidas al capital, y la colaboración y beneplácito de un Ayuntamiento que sigue en este sentido con las mismas políticas que sus antecesores del PP.