El PCE–EPK considera un chantaje inaceptable la intención de recorte de plantilla de Tubacex
El Partido Comunista pone el punto de mira en la “ambición desmedida de unos empresarios sin escrúpulos” y anuncia que respaldará las movilizaciones que lleven a cabo los sindicatos además de ponerse a disposicón de las y los trabajadores a través de la presencia comunista en las instituciones.
Gasteiz, 23 de Julio de 2020.
Tras unos días convulsos en la comarca de Aiaraldea tras las declaraciones filtradas a prensa por parte de la empresa de recortar la plantilla en 500 trabajadores, el Partido Comunista de Euskadi, por medio de su Responsable Político en Araba, Miguel Burdallo, ha querido mostrar su “solidaridad con una plantilla castigada y preocupada con la actitud de la empresa”. Durante la reunión mantenida el miércoles con el Comité Intercentros de las plantas que la compañía tiene en Aiaraldea, la dirección comunicó la intención de recortar 150 puestos de trabajo en Amurrio y Llodio “lo que sumado a la situación en Tubos Reunidos hace que la situación de la comarca pase de castaño a oscuro”. Burdallo ha insistido en que la prioridad debe ser el mantenimiento de los puestos de trabajo, pero “el chantaje al que se está sometiendo a la plantilla es inaceptable”.
Según el responsable comunista, la comarca viene sufriendo desde los noventa un proceso de desindustrialización que no parece tener fin. “Hay que sumar al cierre de Aceros de hace unas décadas la pérdida constante de puestos de trabajo que se han ido produciendo desde entonces. Aiaraldea necesita puestos de trabajo. Esa debe ser la prioridad. Lo dijimos durante las municipales. Responsabilizamos directamente al PNV de esta situación, pues parece no importarles lo que les pase a los trabajadores. Lo vimos con la actitud con respecto a la plantilla de Lidl, lo vimos con la actitud hacia los trabajadores de la Naval, lo vimos con la actitud durante la huelga del metal de Bizkaia y lo volvimos a ver el otro día con las declaraciones del Diputado General. Esto es lo que entienden los nacionalistas por políticas sociales de izquierdas”.
En su opinión, las administraciones públicas deben tomar las medidas que sean necesarias para evitar los despidos, incluso aportando dinero “bajo tres premisas: mantenimiento de la actividad industrial, mantenimiento de los puestos de trabajo y entrada en la empresa como un accionista más”. El dirigente comunista ha recordado que la economía depende directamente de la capacidad de gasto que tenga la población, por lo que, si 150 familias se ven afectadas directamente, esto se va a ver reflejado en los comercios y negocios locales. “No se trata sólo de los 150 despidos, se trata de algo mucho más grande. Tubacex, junto a Tubos Reunidos, son dos de las empresas tractoras de la comarca y los problemas que están pasando se ven trasladados a otras empresas más pequeñas”.
Burdallo ha criticado que “seamos siempre los trabajadores quienes tengamos que pagar los platos rotos cuando las crisis se nos echan encima”, recordando que, durante los tiempos de bonanza, los empresarios se enriquecen, pero en los tiempos duros, no pierden dinero, a costa de los puestos de trabajo de sus plantillas. Por esto ha declarado que “va siendo hora de que la economía se ponga al servicio de la sociedad, sólo así seremos capaces de capear el temporal. Los ricos son ricos a costa de la explotación de los pobres. Ya es hora de que los ricos empiecen a aportar”.
Para finalizar, ha recalcado que los problemas en Aiaraldea no son distintos de los de otras comarcas o regiones, lo que pone de manifiesto que “los problemas de la clase trabajadora no entienden de fronteras o de culturas, por eso es necesaria una acción coordinada. No es momento de mirar hacia otro lado”.