El ATI de Almaraz servirá para prolongar la vida de la central más allá de 40 años
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informa favorablemente de la construcción del Almacén Temporal Individual (ATI) para la central nuclear de Almaraz (Cáceres), lo que abre la puerta a la prolongación de la vida de la central más allá de los 40 años. EQUO se opone a la construcción del Almacén Temporal Individual sin un previo plan de cierre de la central. El ATI podría suponer el alargamiento de la vida de la central hasta los 60 años.
El CSN ha emitido un informe favorable a la construcción del ATI de Almaraz, donde los propietarios de la central podrán depositar los residuos radiactivos de alta actividad generados por la central a partir de 2018. Esta instalación constará de un muro de protección y de una losa sísmica donde se depositarán hasta 20 contenedores con el combustible gastado. Todavía falta el permiso del Ministerio de Medio Ambiente que, junto con el informe favorable del CSN, es preceptivo para que Industria otorgue el permiso definitivo. Sin embargo, resulta obvio que estos dos permisos se otorgarán.
Ecologistas en Acción quiere denunciar que esta instalación está pensada para la prolongación de la vida de la central más allá de los 40 años y no para su desmantelamiento. El permiso de explotación de los dos reactores de Almaraz expira del 8 de junio de 2020 y se cumplen 40 años de su funcionamiento en 2021 y 2022, respectivamente. De acuerdo con los cálculos de esta asociación, basados en datos oficiales del propio CSN, las piscinas de las dos unidades de Almaraz les permiten funcionar hasta enero de 2022 y hasta enero de 2023, sin necesidad de construir un ATI. Dados los plazos, los responsables de Almaraz esperan tener el ATI disponible para 2018, antes de que expire el permiso de explotación, facilitando así la consecución de la prórroga de este permiso.
La decisión de tener el ATI habilitado en esa fecha no es sino un empeño en facilitar la prolongación de la vida de la central más allá de los 40 años y el intento de llegar hasta los 60. Este es el caballo de batalla de la industria nuclear española, puesto que el verdadero negocio de las centrales nucleares para el sector eléctrico radica en mantener en funcionamiento las existentes el mayor tiempo posible. En el mercado eléctrico español, el kWh de origen nuclear se paga al triple de lo que cuesta producirlo cuando la central está ya amortizada. Las dos unidades de Almaraz producen para sus propietarios unos beneficios de un millón de euros diario, lo que explica el empeño en mantener la central abierta contra viento y marea, incluso con deficientes condiciones de seguridad. La puesta en marcha de nuevas centrales no se desea por el sector nuclear, dado el elevado coste de construcción que las convierte en ruinosas sin subvenciones públicas.
Para Ecologistas en Acción, Almaraz debería cerrarse cuando expire su permiso de explotación, en junio de 2020. Aún si se considerara el periodo de 40 años de vida, no tiene sentido realizar el esfuerzo y las inversiones que acompañarían a una hipotética renovación del permiso para un año más de funcionamiento en el caso de la Unidad I y para dos años en el caso de Almaraz II. El proceso de autorización y construcción del ATI, imprescindible para el desmantelamiento de la central, bien podría empezar en junio de 2020. El ATI será necesario para proceder al vaciado e la piscina de combustible gastado, lo que se producirá más de dos años después del cese de explotación. Hay que tener en cuenta que las actividades necesarias para preparar el desmantelamiento y la elaboración del propio plan de desmantelamiento llevarán al menos dos años. Es decir, los responsables de Almaraz tendrán tiempo de poner en marcha el ATI para entonces.
EQUO pedirá la revisión del informe del CSN favorable al ATI de la central de Almaraz
Para EQUO el informe favorable emitido por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para la construcción en la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres) de un Almacén Temporal Individual, por sus siglas ATI, es una forma de preparar la extensión de la vida útil de la central, que debería estar cerrando en 2020.
“Según las previsiones este ATI entrará en funcionamiento en 2018, dos años antes del cierre definitivo de la central Almaraz I. Si no existiera la intención, aún no declarada abiertamente de mantener la central nuclear en funcionamiento, este ATI debería comenzar a construirse en junio de 2020” ha declarado Carmen Ibarlucea, enlace de esta organización en el Foro Extremeño Antinuclear.
Para el partido verde el informe favorable del CSN es el primer paso para alargar la vida de esta central; sin embargo aún se necesitaría la autorización del Ministerio de Medio Ambiente.
“Desde EQUO estamos estudiando las acciones legales necesarias para pedir una revisión de dicho informe y supervisar el proceso que se está siguiendo desde el Ministerio, en funciones, respecto a la central nuclear” ha declarado Juantxo López de Uralde, diputado y coportavoz federal del partido político. Además, recalca que las instalaciones obsoletas son un grave riesgo para la seguridad de todos, y que “debemos ser firmes en poner freno a los intereses económicos, de las empresas propietarias que a partir de los 30 años de funcionamiento, cuando las inversiones han sido totalmente amortizadas, ven en la prolongación de la vida de las centrales nucleares un negocio con un 100% de rentabilidad. Obtener dinero fácil, pero olvidar el riesgo que supone para la vida de personas y ecosistemas es inmoral”.
Desde EQUO recuerdan que los dos reactores de Almaraz terminan su permiso de funcionamiento en 2020 y tomando como base los datos de los informes elaborados por el Físico nuclear Francisco Castejón, basados en datos oficiales del propio CSN, las piscinas de las dos unidades de Almaraz les permiten funcionar hasta enero de 2022 (Almaraz I) y hasta enero de 2023 (Almaraz II) , sin necesidad de construir un ATI. “No se debería autorizar la construcción del ATI sin haber diseñado previamente un plan de cierre” ha concluido Ibarlucea.