Circuito de Fórmula 1: Remolques de fuel, jardines convertibles en viarios, vías pecuarias sobre zonas verdes y eliminación de cientos de árboles

De julio a septiembre, la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid ha iniciado la tramitación de la evaluación ambiental del proyecto de Circuito IFEMA Madrid y del Plan Especial de Definición de Redes, ambos promovidos por el Consorcio Institución Ferial de Madrid (IFEMA). El primero describe la infraestructura necesaria para llevar a cabo la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 y, el segundo, reordena el espacio y modifica las condiciones urbanísticas para hacer posible la implantación de las nuevas actividades y construcciones previstas.

La pista del circuito tiene una longitud de 5.474 metros y se localiza en un ámbito de 144 hectáreas de superficie, formado por la parcela sobre la que se sitúa el recinto ferial IFEMA y por otra parcela al norte, sobre la que está prevista la ampliación III IFEMA. Esta ampliación, a día de hoy no se ha ejecutado.  El circuito circunvalaría, más o menos, el perímetro externo de ambas parcelas.

Hay que señalar que si se construye el circuito, la ampliación del recinto ferial quedará paralizada, al menos, durante diez años porque IFEMA ha alcanzado un acuerdo con FOM (Formula One Management Ltd) para la celebración del Gran Premio de España en diez ediciones, entre los años 2026 y 2030. La construcción del circuito y sus instalaciones, en la parcela norte, impedirá la ampliación. El impacto económico de esa paralización, en las arcas municipales, no se tiene en cuenta en el proyecto.

La Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y Liberum Natura, señalan varias cuestiones controvertidas del proyecto y del plan especial que han puesto de manifiesto ante la Consejería de Medio Ambiente.

–       Almacenamiento de fuel. Está previsto habilitar una zona para estacionar diez semi-trailers o remolques cargados de fuel, en el oeste del recinto, próxima a la calle de la Ribera del Sena. Esto es necesario para abastecer de combustible durante las competiciones. A juicio de las organizaciones ecologistas, el almacenaje de ese combustible supone un riesgo para las personas y el entorno.

–       Jardines convertibles en viarios. El plan especial incorpora una nueva regulación denominada Espacio Libre Ajardinado – Red viaria interna. Se trata de la actual zona ajardinada situada entre los pabellones 7-10 y la autovía M-11. Sobre esta zona ajardinada se prevé construir parte del circuito de carreras, algo incompatible con su mantenimiento. Para  enmascarar la pérdida de una zona ajardinada y no reducir el cómputo de la superficie actual, se crea esta nueva categoría que permita, cuando no haya carreras, colocar sobre el viario, macetones y jardineras.

–       Vías pecuarias sobre zonas verdes. El recinto ferial está atravesado de norte a sur por una vía pecuaria, la Vereda de Leñeros. Desde 2005, se debía haber modificado su trazado para sacarlo del ámbito urbanizado y recuperarlo, dado que está ocupado por las edificaciones de IFEMA. Pero, en 19 años, no se ha hecho nada. Ahora el suelo que estaba reservado para el nuevo itinerario de la vía pecuaria, al norte y este del recinto ferial para conectar con el parque Juan Carlos I, también está ocupado. Por ello, el proyecto y el plan especial proponen trasladar la vía pecuaria hacia el oeste, entre la vía de tren (C1-aeropuerto) y la calle de la Ribera del Sena. El problema es que el suelo ya es zona verde, obtenido por el Ayuntamiento por cesiones en actuaciones urbanísticas anteriores y forma parte de la red local, propiedad del Ayuntamiento. Las Vías Pecuarias que son bienes de dominio público que forman parte de las redes supramunicipales, de titularidad de la Comunidad de Madrid no pueden superponerse sobre zonas verdes.

–       Eliminación de casi un millar de árboles. Según el proyecto, la construcción del circuito de velocidad afectará a 729 ejemplares de 25 especies diferentes. De estos 286 se talarán directamente y el resto, 443, se propone su posible trasplante, aunque solo de 32, se considera que su probabilidad de arraigo es alto. Es decir, que la mayor parte se secarían. Los colectivos ecologistas han criticado que ni el proyecto ni el plan especial valoran el efecto “isla de calor”, consecuencia de la eliminación de casi un millar de árboles y de la implantación de un circuito de velocidad. Todo ello,  a pesar de que se reconoce que las zonas verdes y ajardinadas acumulan menos calor que el interior del recinto ferial y las calles y carreteras aledañas.

Los colectivos ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura, ponen en duda la validez del proceso de evaluación ambiental, fuertemente condicionado por el acuerdo alcanzado, el 23 de enero de 2024 entre IFEMA Madrid y FOM. La Consejería de Medio Ambiente, no va a informar negativamente un proyecto que surge de un compromiso avalado por la propia presidenta Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida. No obstante, han puesto de manifiesto las importantes deficiencias ambientales detectadas y han pedido que no continúe la tramitación, tanto ante la Consejería de Medio Ambiente como ante el Ayuntamiento de Madrid.