Garzón pide explicaciones al gobierno por la creciente precariedad y le responsabiliza de que con sus reformas «además de recortar salarios, recortan vidas»

El portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso, Alberto Garzón, ha responsabilizado hoy al Gobierno de Mariano Rajoy de que con las reformas impuestas en los últimos años, como la laboral, “además de recortar salarios, recortan vidas”.

Garzón se ha estrenado esta mañana en esta legislatura con una pregunta a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en la sesión de control al Gobierno de la Cámara Baja, la primera que tiene lugar tras cerca de un año en el que los integrantes del Ejecutivo ‘popular’ rechazaron hacerlo. La misma semana en la que Izquierda Unida ha presentado su campaña a nivel estatal contra la precariedad, bajo el lema ‘Que no nos jodan la vida!’, el máximo responsable de esta formación ha interrogado al Gobierno sobre ‘si tiene pensado dar soluciones concretas al estado de precariedad laboral estructural’ que soporta nuestro país, tal y como reza su enunciado.

“Creo que no es necesario que nos engañemos -señaló Garzón a Báñez-, ni que torturemos las estadísticas. La reforma laboral que creó el PP no era para crear empleo, sino para desguazar el empleo existente. Era una reforma para que la precariedad pudiera extenderse y lo ha conseguido”.

El coordinador parlamentario de IU expuso una serie de datos para ilustrar su afirmación. “Hoy casi uno de cada dos españoles ingresa menos de 900 euros y casi uno de cada tres ingresa menos de 300 euros”, detalló. Interpeló directamente a la ministra al señalarle que “yo no le hablo de números, no quiero hablar de abstracciones, le hablo de vidas. Me imagino que usted es consciente de que es imposible formar y sostener una familia con 300 euros al mes. Es imposible pagar los pañales o los libros de texto, es imposible pagar las tasas crecientes en la Universidad. Usted puede intentarlo, pero verá como no lo consigue, verá como los proyectos de vida se están quebrando por las medidas que ustedes están aplicando”.

Fátima Báñez: «Yo le pido rigor al hablar en esta cámara. Mire, en España, el salario mínimo es de 655 euros. Nadie cobra por debajo de ese salario en España porque es ilegal, y yo le invito, si es así, a denunciarlo».

Alberto Garzón insistió en que “no es una cuestión meramente laboral, es una cuestión que se extiende a todo. Usted podrá imaginar lo que es ir a un supermercado y tener que comprar las marcas más baratas, la comida más grasienta y nociva. Usted ha sido durante un tiempo ministra de Sanidad y entenderá de lo que le estoy hablando”.

Volvió a emplear otra imagen cotidiana para refrendar su exposición y señaló que “en nuestro país ahora mismo es fácil distinguir a un chaval o una chavala de clase popular de uno de clase alta, sólo hay que mirarle los dientes, porque la familia no tiene capacidad para pagarle las ortodoncias y todo lo que no está cubierto por la Seguridad Social porque está cobrando 300 euros al mes si tiene suerte”.

Garzón cerró si intervención denunciando las consecuencias reales de las políticas que se aplican desde el poder. “No le digo esto por abundar en datos conocidos -indicó a Fátima Báñez-, se lo digo porque ustedes tienen a bien muchas veces verse como tecnócratas, como técnicos, pero ustedes cuando aprueban leyes provocan estos efectos en la realidad”.

“Cuando pulsan esos botones -sentenció-, cuando aprueban reformas laborales, producen que la mayoría social se encuentre empobrecida y en circunstancias en las que es sencillamente imposible vivir. Sus reformas recortan salarios y recortan vidas”.