Redacción •  Actualidad •  24/06/2024

El 67 % de la población de Extremadura respiró aire contaminado por encima de los nuevos límites legales

  • El informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción concluye que 700.000 personas estuvieron expuestas durante 2023 en Extremadura a una contaminación que excede los nuevos límites aprobados para 2030 por el Parlamento Europeo.
  • En el segundo año más cálido desde 1961, se produjeron varios episodios de contaminación por partículas y por ozono, presentando las peores situaciones por estos contaminantes las ciudades de Cáceres y Badajoz y la Extremadura Rural.
  • El área urbana de Badajoz excedió la recomendación de la OMS para el dióxido de nitrógeno. Pero esta ciudad, Cáceres y Mérida no han implantado las obligadas zonas de bajas emisiones, vencido hace año y medio el plazo legal para ello.
El 67 % de la población de Extremadura respiró aire contaminado por encima de los nuevos límites legales

El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos en 785 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 10 situadas en Extremadura. Entre sus principales conclusiones, destacan:

– Durante 2023 la calidad del aire en Extremadura ha mejorado respecto a los años 2022 y anteriores a la pandemia, con una reducción significativa de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono, en porcentajes superiores al 20 % respecto a los promedios del periodo 2012-2019, pero aumentando un 6 % los niveles de las partículas finas (PM2,5).

– El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los nuevos valores límite aprobados por el Parlamento Europeo el pasado 26 de abril, que deberán alcanzarse antes de 2030. De acuerdo a esos umbrales, el aire contaminado afectó en 2023 a dos terceras partes de la población extremeña, lo que expresa la magnitud del reto a asumir por las administraciones en los próximos años para alinearse con la nueva legislación.

– Considerando la normativa todavía vigente, no hubo población que respirara aire contaminado por encima de los obsoletos límites legales actuales. Si bien los niveles de ozono excedieron el objetivo legal para la protección de la vegetación en el municipio de Cáceres y la Extremadura rural, con 40.000 km2, el 95 % del territorio regional.

– Y si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2023 a la totalidad de la población y el territorio extremeños.

– El año 2023 fue seco y el segundo más cálido en España desde al menos 1961. La estabilidad atmosférica activó los episodios de contaminación por partículas, en su mayor parte procedentes del norte de África. El alto calor estival contribuyó al aumento del ozono, en especial durante las olas de calor de julio y agosto. El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire.

–El factor esencial para explicar la caída de la contaminación atmosférica durante 2023 es la evolución de la actividad económica tras la pandemia de la COVID-19. El consumo de combustibles fósiles y electricidad se redujo el año pasado y las fuentes renovables cubrieron más de la mitad de la demanda eléctrica, limitando las emisiones de las centrales térmicas de gas, estando cerradas la mayoría de las de carbón, las más contaminantes.

– Las partículas finas (PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la mayoría de la población extremeña. Las partículas PM10 y PM2,5 presentaron la peor situación en el sur de la provincia de Badajoz, en torno a las instalaciones de Siderúrgica Balboa. Aunque el área urbana de Badajoz cumplió el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno, superó el recomendado por la OMS. Y el ozono afectó a todo el territorio extremeño, a sotavento de las áreas metropolitana de Madrid, Lisboa y Sevilla.  

– La contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2021 fallecieron prematuramente hasta 21.000 personas en el Estado español por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire, más de 200 de ellas en Extremadura, según el Instituto de Salud Global. Los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica representan según el Banco Mundial 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español.

– Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero en muchos casos no existen, y en otros son inefectivos por falta de voluntad política. La Junta de Extremadura aprobó en 2018 un plan con objetivos muy pobres, limitado a un catálogo de medidas genéricas sin concretar, programar ni presupuestar, que a la vista de la situación en 2023 no ha logrado revertir el problema de la contaminación por ozono.

– Vencido hace año y medio el plazo para que todos los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, Badajoz, Cáceres y Mérida no las han implantado, pese a los abundantes fondos públicos que están recibiendo para ello. La Junta de Extremadura tampoco ha adaptado su protocolo de actuación frente a episodios de mala calidad del aire.

– La única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio. También es necesario promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles en sectores como las quemas de biomasa forestal para la producción de carbón, cerrar las centrales térmicas de combustibles fósiles, penalizar el diésel, reducir el uso del avión y una moratoria de las nuevas macrogranjas ganaderas.


Contaminación atmosférica /