Interior no permite que Ione Belarra visite a los saharauis retenidos en Barajas
La diputada de Podemos califica de “hipocresía” la actitud del Gobierno de Pedro Sánchez, que recoge a un líder ultraderechista” venezolano y no dan asilo a activistas saharauis cuya vida corre peligro en Marruecos. El Ministro del Interior anuncia diez deportaciones a Marruecos.
El Ministerio del Interior no ha permitido a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, visitar a los activistas saharauis retenidos en el aeropuerto de Madrid-Barajas que piden protección internacional, más de 40, de los cuales 29 se encuentran en huelga de hambre para no ser deportados a Marruecos.
Ha ocurrido el mismo día que el ministerio de Fernando Grande-Marlaska ha anunciado que diez saharauis a los que se ha denegado la petición de asilo van a ser enviados a Marruecos.
La diputada de Podemos ha denunciado “la hipocresía del Gobierno de Pedro Sánchez, “que mandó un avión de las Fuerzas Armadas a recoger a un ultraderechista peligroso y lo trajo a nuestro país (en referencia al líder venezolano Edmundo González) y son incapaces de ofrecer asilo a activistas saharauis cuya vida corre peligro en Marrueco, una dictadura que nadie denuncia y todo el mundo sabe”.
Ione Belarra, acompañada del secretario de organización y portavoz de Podemos, Pablo Fernández, y de la abogada Fatma El Galia, que lleva varios casos de asilo, ha expuesto en la entrada de las dependencia de la Policía Nacional de la Terminal 1 que estaba allí para visitar a los activistas saharauis y a conocer la situación en que se encuentran.
Después de consultas con la superioridad, un mando de la policía ha transmitido a la diputada de Podemos que tenía que dirigirse a la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados.
Belarra ha declarado a la prensa que no poder acceder a la sala de inadmitidos es una vulneración de los Derechos Humanos y una gravísima vulneración democrática a una representante de la soberanía popular al impedir el Ejecutivo ejercer su función de control al Gobierno.
Ha recordado que la Cruz Roja española renunció hace unos meses a dar servicio en la sala de inadmitidos por las “condiciones inhumanas” que se viven. Ha citado el caso del saharaui sordomudo enfermo de cáncer al que le ha sido denegado el asilo “Estamos viendo una niña de año y medio que necesita atención medica y estamos en un país orgulloso de sí mismo porque se atiende, en principio, a todo el mundo que necesita atención medica y esta niña no la recibe”, ha dicho.
Fuentes cercanas a los activistas han dicho a Contramutis que el lunes pasado el ciudadano sordomudo enfermo de cáncer fue trasladado a un centro sanitario por sufrir un desmayo, pero a las horas ya estaba otra vez en Barajas y que continúa en huelga de hambre.
La diputada ha explicado que van a continuar con su denuncia pública y parlamentaria y que el miércoles expondrán el caso en la sesión de control al Gobierno, además de emprender las acciones legales pertinentes, “pues esto no se puede permitir, es una vergüenza”.
La abogada Fatma El Galia, por su parte, ha manifestado que en la sala de inadmitidos, según el testimonio de los activistas saharauis, se están violando los derechos fundamentales de esas personas: “Tienen que expresarse libremente y decir lo que tienen, se les está denegando todo, las mínimas garantías que establece el derecho de asilo”.
Concreta que lo primero que han manifestado es que no son marroquíes y no quieren volver a Marruecos: “Mas allá de la solicitud de asilo y protección han solicitado que se les reconozca como apátridas: no reconocen la documentación marroquí porque es una imposición y preguntan qué legitimidad tiene Marruecos para recibirles, pues el Sáhara Occidental es un territorio no autónomo pendiente de descolonización y España ni puede ni debe expulsarlos”.
La abogada considera que lo que está pasando con los saharauis en Barajas “no es una decisión jurídica, es una decisión política”, ya que no se están teniendo en cuenta las pruebas: “citaciones judiciales, sentencias, algunos han pasado años en prisión, fotografías y videos en los que la policía les introduce en furgones policiales, no son simples indicios, son expedientes probados”. A esto añade la designación de intérpretes marroquíes, que hablan darja, para los saharauis, cuyo idioma es el hassania, con el riesgo de dudosas traducciones, ignorando las recomendaciones del Defensor del Pueblo
Ha denunciado que desde ayer intentan subir a los activistas a los vuelos a Marruecos por sorpresa y que no se informa a los abogados de nada, “solo de las denegaciones y porque tenemos que pedir el reexamen”.
La letrada ha explicado que según lo que relatan los activistas, a muchos les gustaría quedarse en los territorios ocupados ya que su lucha está allí, no aquí, “pero para no vivir en la cárcel tienen que salir, se han visto obligados”. Reiteran que necesitan protección porque están perseguidos y tienen sus derechos limitados, “tan básico como el derecho a la libre circulación”.
Y señala que se está poniendo en duda que haya riesgo para los que de deportan, cuando sí lo hay, como es el caso del hermano de uno de los que se encuentra en la T 1 : llegó en patera a Canarias, fue entregado por España y ahora cumple condena en una cárcel marroquí.