Christian Zampini •  Actualidad •  25/03/2018

La huelga en Amazon acapara el interés nacional y reaviva las esperanzas en el movimiento sindical

Los paros totales en la planta de logística de San Fernando de Henares suponen una muestra de fuerza de los trabajadores frente a la multinacional de comercio digital.

La huelga en Amazon acapara el interés nacional y reaviva las esperanzas en el movimiento sindical

Los trabajadores de la planta logística de Amazon en San Fernando de Henares se felicitan por el éxito de convocatoria de los paros del 21 y 22 de marzo, secundados por un 98% de los empleados. La convocatoria ha supuesto la primera huelga en un centro de Amazon en España, la multinacional que está acaparando el comercio digital a nivel mundial, un elemento que no ha escapado a la atención mediática.

La huelga se convocó como medida de presión ante la intención de Amazon de suprimir el convenio laboral con sus trabajadores para abaratar los costes de la planta. Un intento de precarización de las condiciones laborales de sus empleados que no concuerda con la situación económica de la empresa que vive un crecimiento espectacular a nivel mundial con su consiguiente aumento de facturación.

Amazon cuenta actualmente con una capitalización de 568.415 millones de euros y se ha consolidado como la tercera empresa de Wall Street. Un éxito que no ha pasado de largo en su volumen de negocio en España, contando ya con tres centros de logística con la apertura de las plantas de Barcelona y Valencia que se suman a la de San Fernando de Henares en Madrid.

El convenio de la empresa finalizó en el año 2017, pero, tal como nos explica Marc Blanes, miembro del comité de empresa y de la sección sindical de CGT, a lo largo del año de prórroga no se logró negociar ningún acuerdo. Las exigencias de los trabajadores han sido durante todo este tiempo que se respeten los “derechos históricos” contenidos en el convenio propio caducado, los mínimos legales que impone el Convenio Sectorial y una subida salarial para todas las categorías adaptada a la realidad de gran expansión de la multinacional.

Lejos de tratar de negociar con los trabajadores, la estrategia de Amazon ha consistido en tratar de imponer una rebaja de las condiciones laborales amenazando con dejar caer el convenio para asumir el convenio sectorial. “En la reforma laboral de 2012 quedó establecido que si no se renovaba un convenio de centro laboral, automáticamente el centro de trabajo pasaba a asumir el convenio sectorial”, expone Marc Blanes.

Tras varias asambleas de trabajadores y a pesar de las presiones de la empresa, los empleados decidieron convocar huelga de 48 horas para los días 21 y 22 de marzo que han resultado todo un éxito de convocatoria, siendo secundada por un 98% del personal de la planta. “En la tarde del jueves absolutamente nadie que no fuese de recursos humanos se encontraba en su puesto de trabajo”, nos explica Blanes.

Amazon trató de desactivar el éxito de la convocatoria anunciando que ofrecía aumentar los salarios de los empleados de la planta. Sin embargo, según nos expone Blanes, eso no se ajusta a realidad, siendo una maniobra por parte de la empresa para tratar de representar mediáticamente que está dispuesta a la negociación. “Amazon ha publicitado como una oferta de negociación algo que en realidad es una imposición de la legalidad”, indica.

Mientras tanto, comunicaba a los empleados que les establecería turnos extra a lo largo de este fin de semana gracias a las ‘horas de flexibilidad obligatoria’, exigiendo la recuperación de las horas de trabajo de los días de huelga. “El lunes pondremos en manos de los abogados la situación por si están vulnerando el derecho a huelga”, afirma Blanes, que indica que no existe una causa justificada para exigir esas horas extra no retribuidas al margen de la recuperación de las horas de huelga.

Tras el éxito de la huelga, los trabajadores ponen consideran que está en manos de la empresa retomar la negociación a la que se han negado durante todo este tiempo. “Bajo la amenaza de una huelga a Amazon le resulta muy impropio negociar por su cultura empresarial”, explica Blanes. «Sin embargo, visto el éxito abrumador de la huelga entendemos que la empresa tendrá que poner de su parte, y si no hay una respuesta se seguirá con las movilizaciones que serán amplias”, añade. De no establecerse una nueva negociación los intereses de Amazon podrían verse considerablemente afectados en su volumen de negocio en España, con el denominado “prime day”, una fecha promocional establecida por la compañía en el mes de julio, en el horizonte.


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