Cuarta concentración frente al Ayuntamiento de Murcia motivada por la problemática laboral en Mercamurcia
Este viernes a las 19:00h, por cuarto mes consecutivo, diversos colectivos (entre otros, Izquierda Unida Verdes Murcia, la Plataforma No + Precariedad o el Partido Comunista de los Pueblos de España) van a concentrarse frente al Ayuntamiento de Murcia para mostrar su repulsa frente a la situación de precariedad laboral sufrida por el colectivo de trabajadores fijos-discontinuos del matadero de la empresa municipal Mercamurcia.
En este caso, la concentración viene precedida por una comparecencia de la empresa ante el Juzgado de lo Social nº 1 de Murcia, en la cual al ser preguntada por el magistrado, la mercantil no fue capaz de ofrecer una solución concreta a las demandas de estos trabajadores, limitándose a solicitar la suspensión de los juicios fijados para fechas próximas.
Al igual que en las pasadas concentraciones, los convocantes exigen la regularización de los contratos fijos-discontinuos por considerarse que están siendo empleados de manera fraudulenta. La empresa, pese a reconocer las irregularidades que viene cometiendo desde hace más de 10 años (en algunas ocasiones, hasta 20 años), se remite a próximas reuniones del consejo de administración y pone la pelota en el tejado del Ayuntamiento de Murcia y de Mercasa (empresa estatal que es el otro accionista de Mercamurcia), sin mostrar ningún tipo de voluntad de acercar posturas.
A mayor abundamiento, el clima laboral ha continuado crispándose en los últimos días. De hecho, uno de los trabajadores denunciantes se vio privado de acudir a su puesto de trabajo durante los primeros días de la segunda quincena de junio. Además, varios de los trabajadores afectados continúan viendo minorada su jornada de forma arbitraria por parte de la dirección de la empresa, comandada por el director-gerente Ricardo Rubio.
Por su parte, José Enrique Ruiz, el abogado de la parte social ha querido mostrar su repulsa y contrariedad con el hecho de haber recibido ayer una llamada de la empresa “avisándole” de que no quieren que mantenga contacto ni hable con ninguno de los trabajadores fijos-discontinuos afectados por los incumplimientos de la empresa.
El abogado avisa que no tolerará ningún intento de intimidación ni presiones de ninguna índole. Para el letrado, este incidente no es sorprendente, puesto que considera que hace tiempo que la empresa y su director-gerente decidieron actuar “a las bravas” en este asunto y, en lugar, de aplicar el sentido común, tratar de imponerse a través de prácticas cuya ética brilla por su ausencia.