Redacción •  Actualidad •  25/08/2023

CCOO pide repensar las estrategias de emergencia en Canarias ante el incendio de Tenerife y las grandes catástrofes que se avecinan

El sistema actual de gestión de emergencias se basa en actuaciones coordinadas solo cuando existen grandes catástrofes y no está prevista ninguna actuación en el ámbito proactivo o de prevención. Es necesario un modelo de emergencias debidamente engranado y coordinado con una ley que lo regule.

CCOO pide repensar las estrategias de emergencia en Canarias ante el incendio de Tenerife y las grandes catástrofes que se avecinan

La Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras Canarias (FSC-CCOO) pidió este jueves repensar las estrategias vigentes en Canarias en materia de emergencias, con el trasfondo del devastador incendio forestal que sigue azotando a la Isla de Tenerife.

A juicio del sindicato, este incendio ha demostrado que se precisa de una coordinación y repuesta integral de las emergencias, pues si bien hemos presenciado un despliegue descomunal de recursos humanos y materiales procedentes de todas las islas y de territorio peninsular, esto no es óbice para profundizar en la mejor disposición de todos los elementos ante un futuro que se nos presenta con muchos retos debido a los cambios que está propiciando en el entorno natural el calentamiento global.

A este respecto, FSC-CCOO señala que el importante despliegue de medio que hemos observado en estos días ha permitido cumplir con el objetivo primordial de salvar vidas y bienes personales. No obstante, es imposible ser igual de optimistas ante los daños naturales, pues a nadie se le escapa que, en muchos aspectos, se necesitarán años para que el monte vuelva al estado anterior al incendio. Tal vez ha llegado el momento de afrontar que ya no estamos en condiciones de seguir aceptando estas pérdidas naturales como fenómenos que no se pueden prever y ante los que no se puede responder de forma más organizada.

Un modelo reactivo de gestión

El sindicato señala que la gestión de esta emergencia ha estado en manos del Gobierno de Canarias casi desde su inicio, al ser declarado de nivel 2. Esto ha permitido coordinar mejor los trabajos para que la catástrofe no fuera aún mayor, pero no se puede dejar de señalar que se trata de una actuación casi exclusivamente reactiva, que es el modelo al que parece que estamos condenados en las islas.

El sistema actual de gestión de emergencias para las islas se basa en las actuaciones coordinadas solo cuando existen las grandes catástrofes y no está prevista ninguna actuación en el ámbito proactivo o de prevención. Si a esto sumamos la dispersión geográfica de las islas, las cuales están a más de mil kilómetros del continente, y la doble insularidad, que hace que islas no capitalinas tengan menos recursos, la situación se agrava de forma exponencial.

Dispersión y redundancia de los servicios

Es por este motivo por el que el sindicato llama a abrir un debate serio y en profundidad sobre las emergencias en Canarias, un debate en el cual los expertos profundicen en un análisis del modelo actual, en el que existen una multitud de cuerpos de bomberos, con cuatro servicios distintos en Fuerteventura o tres en Gran Canaria, mientras que islas como La Gomera y El Hierro carecen de prestación.

En el caso de los bomberos forestales, la situación es aún peor, dado que cada cabildo dispone de un modelo diferente, al que se añade la unidad propia del Gobierno de Canarias, la EIRIF y las BRIF. Se trata de un cuerpo que sufre, además, la precariedad laboral, la subcontratación, la falta de continuidad en los contratos de doce meses y el no reconocimiento de la categoría de bomberos forestales.

Falta de protocolos y de sistemas compatibles

Por otro lado, Canarias carece de un sistema de protección civil con formación homogénea y procedimientos de actuación conjunta de todos estos equipos de intervención, por lo que su lenguaje operativo es tan dispar como el número de servicios y equipos de intervención hay. También tenemos un grave problema en los sistemas de comunicación, que no son compatibles ni con equipos de actuación de la misma isla, peor aun cuando se moviliza personal de una a otra.

Como se puede apreciar, esta dispersión geografía y sin dirección homogénea genera un sistema y un modelo poco eficaz y desorganizado que precisa de una actualización y adaptación que integre las consecuencias del cambio climático y sus efectos en estas nuevas emergencias a las que nos enfrentamos, que nos permita una gestión de más trasversal con la integración y apuesta del sector primario y recuperar tradiciones que mantienen limpios nuestros montes y, por supuesto, que nos permita ser proactivos y actuar más en la prevención los doce meses del año.

Cumplimiento del Estatuto

FSC-CCOO señala que Canarias necesita dar cumplimiento al artículo 149 de su Estatuto de autonomía en lo que respecta a la protección civil. Según esa disposición, tenemos la obligación de regular mediante una ley de emergencias todo este sistema para su correcto engranaje. De esta manera podremos enfrentar a los nuevos retos en cuanto a esta materia con servicios de mandos únicos, integrales e integrados.

Asimismo, se necesita que los bomberos urbanos y forestales sean más versátiles y que tengan un mismo lenguaje operativo, así como formación y uniformidad homogénea, por lo que hay que buscar modelos más centralizados donde al menos en cada isla no estén separados y sean un cuerpo único. Por supuesto también necesitamos dotar la parte técnica del Gobierno de Canarias.

Es por ello por lo que este sindicato, en cuanto la actual emergencia lo permita, iniciará los contactos necesarios y al nivel que se precisen para que esta sea la legislatura del cambio de modelo de las emergencias, con un sistema debidamente engranado y coordinado por una ley que lo regule. Estas emergencias se seguirán produciendo con más frecuencia y peores resultados, por lo que toca prepararse para ello.

La organización sindical quiere aprovechar la oportunidad para trasladar toda su solidaridad a la ciudadanía de Tenerife en tan duros momentos y, por supuesto, agradecer el trabajo de todo el dispositivo de extinción, que una vez más han demostrado el más alto nivel de entrega y profesionalidad.


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