Greenpeace considera que las medidas acordadas son parciales y que continuarán financiando la guerra en Ucrania
- La organización considera que a pesar de la retórica política y la voluntad de reducir la demanda, a corto plazo casi no se va interrumpir el comercio de gas, petróleo y uranio.
- El acuerdo para negociar con terceros países la compra de gas no evitará la vulnerabilidad europea por la dependencia de este combustible fósil.
Tras conocer las primeras conclusiones de la reunión de jefes de estado de la Unión Europea (UE), Greenpeace denuncia que Europa continuará financiando la guerra en Ucrania con importaciones de gas, petróleo y carbón rusos. A pesar de la fuerte retórica política y la voluntad de reducir la demanda, casi nada de este comercio se va a interrumpir en el corto plazo. En cambio, Europa va a explorar compras colectivas y acuerdos a largo plazo para importar gas y petróleo del régimen de Azerbaiyán, Qatar, Estados Unidos o la monarquía absoluta de Arabia Saudita. Esta decisión, en lugar de una apuesta realmente decidida por las energías renovables, mantendrá a Europa dependiente de este combustible fósil durante décadas y contribuirá a la crisis climática y a las violaciones a los derechos humanos perpetrados por estos regímenes.
Ayudas a carburantes
En la cumbre, los gobiernos de la UE han anunciado recortes en los impuestos sobre los combustibles. Estas reducciones no solo perpetúan nuestra dependencia de los combustibles fósiles, sino que además son muy regresivas, puesto que las personas más ricas acaban beneficiándose hasta ocho veces más de estas bajadas de impuestos de carburantes. En el caso de España, el Gobierno ha anunciado medidas por 1.000 millones, incluyendo un descuento a transportistas de 20 céntimos en combustible, donde el Estado aportaría 15 céntimos mientras que los otros 5 lo harían las petroleras.
Mercado eléctrico
En la Cumbre también se han centrado en buscar soluciones ante las facturas eléctricas insostenibles. Se ha acordado permitir a España y Portugal, por su aislamiento energético, poner topes temporales a los precios del gas que se utiliza para generar electricidad. Para Greenpeace, la excepcionalidad y temporalidad de las medidas no debe servir de excusa para cargar a la sociedad (sea a través de subvenciones públicas o de déficit de tarifa) con más costes que deberían soportar quienes los han generado, es decir, las compañías energéticas (tanto las petrogasistas como las eléctricas), que deberían financiar esas medidas mediante recargos sobre los beneficios extraordinarios que han obtenido con esta situación.
Greenpeace lamenta que la UE en su conjunto no haya apoyado acciones encaminadas a reformar el mercado eléctrico para desligar el precio de la electricidad del coste del gas, ni tampoco la opción de la creación de un comprador único para suministrar a los consumidores vulnerables.
En el corto plazo y como paso urgente para dar respuesta inmediata a la escalada de precios, la organización pide vincular el precio de la electricidad para las personas vulnerables (PVPC) a la compra de electricidad renovable, vía subastas con precios acordados para el largo plazo, siendo estos más baratos que los del mercado mayorista.
Importación de grano para la ganadería
La Comisión Europea había anunciado 500 millones de euros en ayuda financiera al sector agrícola, muy en particular a los ganaderos que se enfrentan a interrupciones del suministro de piensos para los animales. Este tipo de ayudas van a beneficiar principalmente a la ganadería industrial y a sus macrogranjas,y existe una línea específica de ayudas para el sector porcino, que intenta mantener sus altos beneficios. Los jefes de estado han apostado por relajar las protecciones ambientales para alentar a los agricultores a cultivar los barbechos – y el uso de plaguicidas en estas tierras – e incluso aquellas tierras destinadas a la protección de la biodiversidad, con el único objetivo de incrementar la producción de piensos para animales dentro de la UE, donde ya el 62% del grano se destina a alimentar a los animales y no a personas. Estas medidas van a hacer que se retrase la implementación del Acuerdo Verde Europeo y no van a la raíz del problema, la excesiva cabaña ganadera de la UE y el excesivo consumo de carne y otros alimentos de origen animal.
Seguridad y defensa
El Consejo Europeo también ha refrendado la Brújula Estratégica, que proporcionará una visión común en materia de seguridad y defensa para la Unión durante esta década. En general, el texto acordado ofrece una respuesta de corte securitario a retos como las tensiones geopolíticas, las migraciones o el cambio climático. La nueva postura está construyendo una visión de la defensa europea que ya no se basa en el poder blando y el mantenimiento de la paz, sino en la seguridad nacional y la protección de “rutas comerciales clave”, como las de abastecimiento de combustibles fósiles.
Por otra parte, y a pesar de que el gasto militar del conjunto de la UE se ha triplicado desde 2007, la principal recomendación de la nueva estrategia es que Europa aumente sustancialmente sus gastos de defensa, con especial énfasis en el capítulo de las inversiones en la industria armamentística.