La Organización de Mujeres de la IRM por una salida de la crisis con perspectiva feminista
Ante la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias sociales, económicas y laborales, la Organización de Mujeres de la Intersindical de la Región Murciana defiende políticas con perspectiva feminista para un futuro sostenible que garantice la igualdad, la equidad y la justicia social.
La Organización de Mujeres de la Intersindical Región Murciana alertó al principio de la pandemia sobre cómo esta crisis iba a poner, otra vez, en manos de las familias -principalmente en manos de las mujeres- la solución a todas las consecuencias de la misma.
La OM-IRM ponía el acento en las diferencias de clase y recursos económicos para afrontar la cuarentena, la especial vulnerabilidad de los hogares monomarentales, el abandono de las personas mayores y de los cuidados a las dependientes, que seguían estando en manos principalmente de mujeres, la situación de riesgo extremo para las trabajadoras inmigrantes y aquellas que trabajan en la economía informal, para las trabajadoras esenciales que no podían abandonar sus puestos de trabajo presenciales, que además pertenecen a sectores laborales especialmente precarios y mal pagados: sanidad, cuidado, limpieza, alimentación y el campo. Mención aparte hay que hacer para aquellas mujeres que han convivido con sus maltratadores. El Estado no llega hasta la cocina. Redes de solidaridad vecinal han tapado los agujeros de un sistema que abandona personas.
La preocupación de la Organización de Mujeres – IRM ante las inexistentes medidas de conciliación se han convertido en un clamor ante el cierre de los centros educativos, ante la imposibilidad de conciliar teletrabajo o trabajo presencial con los deberes en casa, con el cuidado de menores y mayores o dependientes. Es de extrema urgencia que se tomen medidas inmediatas como la reducción de la jornada laboral, las licencias por cuidado pagadas o la ampliación de los servicios públicos para que garanticen los cuidados.
La escuela no es una guardería, pero es un escándalo que la Educación vaya a ser el último servicio público que regule la desescalada, sin haber contado ni con las familias, ni con el personal docente, ni con estudiantes. ¿Dónde quedan los derechos de la infancia?
La Organización de Mujeres, a través de la Intersindical de la Región Murciana, se ha volcado en las propuestas sociales que luchan porque esta crisis no la vuelvan a pagar las de siempre -las más pobres, las mujeres-, porque esta crisis se convierta en una oportunidad para poner el cuidado de la vida en el centro, para repensar los tiempos de trabajo, el urbanismo, el cuidado del medio ambiente, la sostenibilidad del consumo y la producción, el derecho de todas las personas a una vida digna, con salud y en un entorno saludable.
Nuestro trabajo dentro del Plan de Choque pone el acento en la lucha contra las desigualdades, en la defensa y el blindaje de los servicios públicos: Sanidad, Educación y servicios sociales, en la defensa del interés general a través de poner al servicio de la ciudadanía transportes, energía, banca, comunicación… lo privado al servicio de lo público, recuperar la defensa de lo que es servicio público, espacio público, participación ciudadana.
Nuestro compromiso con el medio ambiente ha estado fundamentado en la defensa de la vida, de todas las vidas, y de los cuidados. Poner la vida en el centro, una vida digna de ser vivida, supone un cambio en el sistema económico que afronte verdaderamente el reto del cambio climático y garantice el sostenimiento de la vida y la supervivencia del propio planeta.
Nuestro compromiso con los derechos de las personas migrantes y refugiadas ha resultado en esta crisis otro escándalo que destapaba la campaña #RegularizaciónYa. Mientras en el campo faltaban manos para recoger las cosechas, miles de temporeras y temporeros con situación irregular en España se exponían al COVID sin papeles, sin casas y en condiciones de semiesclavitud. Mientras el mundo se paraba, la red internacional de cuidados dejaba a las cuidadoras y limpiadoras a merced del riesgo de contagio o sin trabajo.
La Organización de Mujeres de la Intersindical – RM seguirá luchando por ese otro mundo posible, más justo, más solidario, donde quepamos todas las personas, donde se pueda vivir dignamente seas quien seas, donde lo público, el interés general y la justicia social estén siempre por encima de otras consideraciones. Porque ese otro mundo es posible, habrá que traerlo. Feminismo para cambiar el mundo.