Amigos de la Tierra aplaude la decisión de prohibir las bolsas de un solo uso
Amigos de la Tierra celebra que la Comisión de Cambio Climático del Congreso aprobase ayer de forma unánime el fin de las bolsas de un solo uso para 2017. Sin embargo considera necesario reservar las bolsas biodegradables para la recogida de residuos orgánicos, y que no se conviertan en la alternativa única a las bolsas de plástico.
Con la puesta en marcha de esta medida, el Estado español cumpliría la legislación europea que contempla tomar medidas antes de finales de 2017.
Esta propuesta insta al Gobierno a prohibir el uso, comercialización, importación y exportación de bolsas de plástico no biodegradable o bolsas de un solo uso. Amigos de la Tierra ve con buenos ojos la iniciativa, sin embargo considera necesario que la principal opción sean objetos reutilizables y duraderos, como bolsas de tela, carritos y otras alternativas.
Las bolsas biodegradables de un solo uso siguen promoviendo un modelo de “usar y tirar”, en el que no se valoran los materiales con los que se fabrican las bolsas, que, en un período muy breve, acaban transformados en residuos. Además, mezcladas con plástico tradicional, dificultan los procesos de reciclaje del mismo. Las bolsas biodegradables, solo serían válidas para la recogida de residuos orgánicos y su compostaje posterior.
“Nos alegramos de la noticia. Llevamos años reclamando la prohibición de estas bolsas por el problema de contaminación que suponen tanto en la extracción del petróleo para su fabricación, como en su gestión posterior como residuos; en la mayoría de los casos terminan en vertederos, incineradoras o abandonadas el entorno, tardando cientos de años en degradarse”, señala Alodia Pérez, responsable del área de Recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra.
De igual forma, han acordado también que de manera obligatoria los platos, vasos, tazas y cubiertos plásticos, así como los bastoncillos de algodón, estén fabricados en un 50% con sustancias biodegradables. Ante esta propuesta, Amigos de la Tierra reclama al Gobierno la prohibición total de los mismos.
La única solución posible a los productos de un solo uso, con costes ambientales, económicos y sociales, tanto en su extracción como en su gestión, es optar por materiales duraderos para su fabricación que permitan a la ciudadanía usarlos de forma prolongada.