PACMA alerta de un posible colapso medioambiental de la provincia de Almería
- El Partido Animalista Con el Medio Ambiente advierte de un previsible colapso medioambiental de la provincia de Almería a medio plazo por el drástico descenso de las precipitaciones y el aumento general de las temperaturas.
Almería, 28 de enero de 2025 – PACMA explica que el pasado año hidrológico la provincia de Almería sufrió una sequía extrema en la que muchas de sus estaciones registraron la menor cuota de precipitación de su historia. Este hecho se suma a que el otoño ha sido seco y extremadamente cálido, con temperaturas de hasta 3 grados por encima de la media que han agravado aún más la situación.
“Actualmente se está secando la vegetación de parte de la provincia: olivares en el Valle del Nacimiento y el Levante; bosques de pinos en Los Vélez y Filabres, así como en el bajo Andarax, donde casi todas las masas arbóreas se están secando», reporta Eduardo Milla, coordinador provincial de PACMA en Almería.
“La zona sur y sureste está tan afectada que en verano llegaron a secarse palmitos y esparto. La estampa es tal que, en pleno mes de enero, se aprecian tomillos secos, y apenas atisbo de verde en estos paisajes”, añade.
PACMA denuncia que, en febrero del año pasado, hizo un llamamiento para que tanto los municipios de la provincia como la propia Diputación declarasen la emergencia climática con el objetivo de tomar medidas para combatir el cambio climático dentro de sus competencias. Sin embargo, la formación política crítica que ningún municipio ha movido ficha al respecto hasta hoy.
El Partido Animalista alerta que la tendencia de los últimos años de precipitaciones por debajo de la media, así como temperaturas de más de 1’5ºC de sus medias casi todos los meses, reflejando que el cambio climático «ya se está instalando en la provincia»: «Es sorprendente que ninguna administración local tenga la más mínima preocupación en el asunto. Para PACMA, la emergencia climática es una prioridad a trabajar desde las administraciones y la inacción solo agrava el asunto. Si en enero se están secando los bosques, ¿quedará algo vivo en ¿verano?», concluye Milla.