IU denuncia la “precariedad a la que somete el Gobierno” al profesorado del Instituto Cervantes en Brasil y muestra su “solidaridad” con sus acciones de protesta

Izquierda Unida, a través de su Área Federal de Educación, muestra su “solidaridad y respaldo” con los profesores y profesoras del Instituto Cervantes, que han iniciado esta semana un calendario de acciones de protesta. IU comparte las denuncias de este colectivo “por la situación de precariedad económica en la que se encuentran y por el abandono de los responsables del Instituto Cervantes, que no han atendido ninguna de sus numerosas demandas”.

El profesorado del Instituto Cervantes, en sus centros de Brasil, ha comenzado en concreto un calendario de huelgas que abarca desde este mes de marzo hasta junio con un incremento progresivo de las jornadas de paro.

Enrique Díez, coordinador del Área Federal de Educación de IU, explica que “coincidimos con los/as afectados/as en denunciar la nefasta política laboral del Instituto Cervantes. Ésta ha empeorado especialmente desde 2012 ya que, con el pretexto de la crisis y de la reducción de la aportación económica del Estado vía Presupuestos Generales, se procedido a reducir de forma más que notable la plantilla de este profesorado”. Si en 2014 había 305 profesores/as, este número se ha reducido en 2017 a 246, es decir, en apenas cuatro años ha caído en un 19,83 %.

Izquierda Unida se solidariza con las acciones de protesta iniciadas por estos profesores y profesoras del Instituto Cervantes, al tiempo que denuncia la nefasta política laboral del Instituto Cervantes, en especial la que desde 2012 y haciendo uso del pretexto de la crisis y de la reducción de la aportación económica del Estado vía los Presupuestos Generales ha dado como resultado una más que notable reducción de la plantilla del profesorado Cervantes en el exterior. Si en 2014 había 305 profesores y profesoras, en 2014 este número ha quedado reducido en 2017 a 246,5; es decir, en tan solo 4 años el número de profesores ha caído en un 19,83 %. 

Mientras ocurre esto, el secretario general del Instituto Cervantes y ex diputado del PP, Rafael Rodríguez-Ponga, se ‘enorgullece’ de haber hecho frente a la crisis sin supuestamente realizar un más que temido ERE para los propios trabajadores y el sindicato mayoritario en los centros, la Federación de Enseñanza del Exterior de CC.OO.

Sin embargo, Izquierda Unida denuncia que, a partir de los datos facilitados por el propio profesorado y muy especialmente de la citada federación de CC.OO, “el Instituto Cervantes no ha tenido que recurrir a un ERE porque con su nada casual política de ‘dejar ir’ ha conseguido que muchos enseñantes hayan abandonado sus puestos de trabajo ‘voluntariamente’. Se han visto obligados a ello tras soportar pérdidas inasumibles del poder adquisitivo que, en el caso de los trabajadores de Brasil, es de más del 67 %, desde 2009”.

Enrique Díez detalla que “tampoco han podido optar a un cambio de destino, ya que desde 2012 el Cervantes tiene bloqueadas las convocatorias de traslado de profesorado. Todo ello empeora aún más al sentir cómo sus responsables en Madrid, que conocen perfectamente la situación del profesorado, no hacen nada para solucionar los problemas, más bien al contrario. Entienden que cuanto peor sea la situación de los trabajadores mayor será el número de abandonos y así será más fácil para la dirección del Instituto Cervantes recurrir a la figura del ‘profesor colaborador’. Esta figura supone un fraude de ley ya que a través de contratos mercantiles acaban realizando tareas propias de los contratados laborales”.

Por todas estas razones, debido a la absoluta pasividad y desentendimiento de la dirección del Instituto Cervantes en Madrid, el colectivo de profesores y profesoras del Instituto Cervantes en Brasil acordó como último recurso aplicar este calendario de huelga que, en su primera etapa, ha conseguido un excelente seguimiento y numerosos apoyos.