Redacción •  Actualidad •  28/03/2025

Ayuso gastará más de 40 millones en mejorar la plaza de toros de Las Ventas para conmemorar su centenario

La plataforma La Tortura no es Cultura expresa su más rotundo rechazo a la reciente decisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de destinar más de 40 millones de euros a la reforma de la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, para conmemorar su centenario. 

Ayuso gastará más de 40 millones en mejorar la plaza de toros de Las Ventas para conmemorar su centenario

Madrid, 28 de marzo de 2025. Este gasto millonario no solo refleja una priorización de la violencia sobre los valores humanos y éticos fundamentales, sino que pone de manifiesto una grave falta de sensibilidad hacia el sufrimiento de los animales. Es inconcebible que los recursos públicos se utilicen para financiar una actividad tan profundamente cruel y violenta como la tauromaquia, cuyo único objetivo es infligir dolor y muerte a seres vivos. Todo ello mientras otras áreas prioritarias como la educación o la sanidad sufren recortes. Es indignante que, mientras se recortan fondos para necesidades sociales esenciales, se siga destinando dinero público para perpetuar un negocio que basa su “atracción” en el sufrimiento animal.

Carmen Ibarlucea, presidenta de LTNEC reflexiona. «La tauromaquia no es una tradición cultural ni artística, sino una práctica cruel y violenta que fomenta el maltrato y la tortura de los toros con el único fin de entretener al público. El toro, encerrado y acosado, es sometido a una agonía prolongada en la que su sufrimiento es visible y palpable. La “faena” culmina en una muerte violenta que solo interesa a un uno por ciento de la población. Sin embargo, desde que la Comunidad de Madrid es gobernada por Ayuso el dinero para la tauromaquia se ha cuadruplicado. Y debemos recordar que la Plaza de las Ventas no cumple con los estándares de la Ley de Seguridad Ciudadana, por ello solo se utiliza para espectáculos taurinos que han quedado exentos de cumplir las normas de seguridad”.

A pesar del creciente rechazo social, el sector taurino sigue existiendo gracias al dinero público, que de forma indirecta o directa sigue financiando la crueldad. El despilfarro de dinero público en la tauromaquia es una vergüenza: las subvenciones provienen de diversas fuentes, como la Política Agraria Común (PAC), el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Agricultura, las Comunidades Autónomas y las Diputaciones. Los estudios estiman que las ayudas públicas a la tauromaquia suman alrededor de 500 millones de euros al año, entre las subvenciones nacionales y europeas. Este dato pone de manifiesto la magnitud de la irracionalidad que representa financiar una actividad cuya base es la violencia y el sufrimiento animal.

Es totalmente inaceptable que el dinero de los contribuyentes se siga destinando a una actividad que glorifica la crueldad y el maltrato animal. Esa cantidad de dinero debería ser utilizada para fomentar actividades realmente beneficiosas para la sociedad, como la creación de empleo en sectores culturales auténticos, el fomento de la educación, o la protección de la naturaleza y la conservación de los ecosistemas y los animales.

Invertir en tauromaquia es un derroche de recursos que perpetúa una tradición obsoleta, basada en la crueldad y el sufrimiento, y aleja los fondos públicos de proyectos que sí pueden contribuir al bienestar común. Es hora de poner fin a esta actividad sangrienta y emplear el dinero de todos los ciudadanos en causas mucho más justas y sostenibles.

Por último, Encarna Carretero, portavoz de ANDA (Asociación Nacional para la Defensa de los Animales) señala:« La verdadera cultura del siglo XXI debe basarse en el respeto y la protección de los animales, no en el sufrimiento y la muerte. La tauromaquia no representa lo que somos como sociedad, ni nuestros valores, ni el futuro que queremos construir. Las sociedades avanzadas deben rechazar la violencia, y la cultura debe reflejar ese rechazo. Las actividades que implican maltrato animal deben quedar en el pasado, y debemos trabajar para que los recursos se destinan a actividades que no perpetúen el sufrimiento de los animales”.

En lugar de seguir subvencionando un espectáculo sangriento y cruel, debemos centrarnos en un plan de reconversión que ofrezca alternativas para los trabajadores de la tauromaquia, permitiéndoles desarrollarse en áreas que no impliquen sufrimiento ni explotación animal. Los impuestos de los ciudadanos financian una actividad que fomenta el maltrato animal y la violencia, en contradicción con los principios de una sociedad civilizada.

Es imperativo que nuestros responsables políticos actúen con coherencia y pongan fin a este desatino. Los impuestos de los ciudadanos no deben financiar la violencia ni la tortura de seres vivos. Debemos redirigir los recursos a proyectos que realmente aporten valor a la sociedad, que fomenten la cultura sin violencia, el respeto por los derechos de los animales y el bienestar de todos los seres vivos.

Los impuestos de los ciudadanos financian una actividad que fomenta el maltrato animal y la violencia, en contradicción con los principios de una sociedad civilizada.

El mes pasado dimos un paso histórico al entregar un total de 715.606 firmas que respaldan la Iniciativa Legislativa Popular #NoEsMiCultura. ¡215.600 firmas por encima de las requeridas! Esto deja claro, de manera rotunda, que, en una democracia, la cultura se elige libremente, no se impone.


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