El ‘Open Arms’ podrá volver a rescatar personas casi medio año después de que el Gobierno del PSOE les denegase el permiso

El Open Arms permaeció amarrado desde el 14 de enero de este año y hasta el pasado mes de abril, cuando se le concedió permiso para llevar ayuda humanitaria al Egeo pero sin participar en salvamentos. Las autoridades españolas le impidieron participar en rescates en el Mediterráneo durante cien días de bloque en el puerto de Barcelona, limitando después su ámbito de actuación hasta hoy. Proactiva Open Arms retomará los rescates de inmigrantes en el Mediterráneo central a pesar de la política de puertos cerrados de Italia, informó en Twitter su fundador, Óscar Camps.

En enero, el ejecutivo Sánchez alegaba problemas de seguridad y el incumplimiento de varios convenios marítimos. En abril se desbloqueó la situación a medias. Entonces se les concedió navegar cargados de ayuda humanitaria -hasta 20 toneladas- pero sin permitírseles entrar en la región de búsqueda y rescate (zona SAR, ‘search and rescue’ en sus siglas en inglés), frente a las costas de Libia. Por aquel entonces, el jefe de operación de la oenegé, Gerard Casals señaló que la denegación del permiso de zarpar no era más que una «decisión política» que llegaba a escasos días de unas elecciones generales.

Ayer mismo, Camps declaraba que «levaban anclas y se iban» y añadía «antes presos que cómplices». Enseguida, se refería a la terrible fotografía de padre e hija ahogados en el Río Bravo, en la frontera mexicana con Estados Unidos: «Esta foto me ha dolido más que la de (niño sirio) Aylan. 6 meses bloqueados. No aguantamos más. Levamos anclas y nos vamos. Antes presos que cómplices. #NiUnaMas».

La Justicia italiana mantiene abierta una investigación contra dos miembros de la oenegé española Open Arms: la jefa de misión, Anabel Montes, y el capitán, Marc Reig, acusados de «favorecer la inmigración ilegal con sus rescates frente a las costas de Libia». El pasado mayo el juez instructor de Catania, Carmelo Zuccaro, archivó otra causa en la que estaban acusados de formar parte de una asociación criminal para favorecer la inmigración ilegal. El vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, mantiene cerrados sus puertos a los barcos de las ONG que salvan vidas en el mar. Una prohibición blindada por un decreto que establece multas a quien la quebrante y que hoy fue violada por el barco de la ONG alemana Sea Watch, que entró sin permiso en aguas de la isla italiana de Lampedusa con 42 inmigrantes a bordo salvados frente a Libia y se encuentra frente a la costa custodiada por agentes policiales.

Proactiva Open Arms dejó de operar en las costas de Grecia en el 2016 para centrar su actividad en el Mediterráneo central, donde se estaba produciendo una sangría constante de náufragos.